Un penalti en el primer tiempo
impide a los azules sumar en el día de ayer
Mala imagen del equipo de Carlos
Granero
Real Oviedo: Orlando Quintana;
Alba (Iván Rubio, minuto 82), Pardo, Javi Hernández, Sergio Díaz; Susaeta
(Annunziata, minuto 63), Héctor Simón, Erice (Sergio García, minuto 46), Eneko;
Señé y Diego Cervero
Coruxo F.C.: Fernando; Damiá, Yago
Yao, Alberto, Claudio; Dani Gómez, Cifuentes, Antúnez, Pardavila; Sergi (David
Campos, minuto 84) y Chaco (Costas, minuto 71)
El Real Oviedo desaprovechó en el
día de ayer otra oportunidad para colocarse líder de la categoría. Los azules
no fueron capaces de vencer al Coruxo en el Carlos Tartiere, pese a los
pinchazos de Zamora y Celta “B” que hubieran aupado a los de Granero a la
primera plaza en solitario. Pero lo más preocupante no fue la derrota en casa
ante un rival teóricamente inferior, sino la imagen que el equipo dio.
En muchos momentos del encuentro
el equipo se mostró fallón, impreciso, dando la sensación de no saber
desenvolverse ante un Coruxo que, aunque renunció a la pelota en muchas fases
del encuentro, parecía un equipo conjuntado y con un objetivo claro.
Los primeros instantes del
encuentro fueron e dominio alterno. Señé lo intentaba desde lejos con un disparo que se iba directamente a las manos de Fernando. Los gallegos atacaban
bien, pero la defensa azul, con las novedades de Javi Hernández y de Sergio
Díaz se desenvolvía sin complicaciones.
El dominio del juego azul pasaba
por las botas de dos mediocentros que no encontraban su sitio, Erice y Héctor
Simón, que fallaron una gran cantidad de pases. Cervero también estuvo más
perdido de lo habitual. Sin un acompañante en el ataque, el delantero carbayón
se diluye como un azucarillo.
Héctor Simón desplaza la pelota en largo |
En el minuto 28 de encuentro
llegó la jugada que marcó el partido. Pardavila centraba la pelota desde la
banda izquierda y Chaco era derribado en el área por Pardo. El veterano Antúnez
no perdonó desde los once metros y el Coruxo se adelantaba en el marcador.
Apenas un minuto más tarde, Chaco tuvo una ocasión clarísima para sentenciar el
choque. Una buena jugada de los gallegos por la banda acabó con un pase de la
muerte que el delantero envió a las manos de Orlando cuando prácticamente era
más fácil anotar que fallar.
Nos e deshicieron los azules y
arrearon en los últimos minutos de la primera mitad. Señé pudo batir a Fernando
tras una galopada por la banda izquierda, pero el meta se anticipó a la acción
del de Terrasa. También Susaeta probó fortuna con un lanzamiento de falta que
se fue por encima del travesaño.
La segunda mitad comenzó con un
cambio en las filas del Real Oviedo. Erice era sustituido por Sergio García, lo
que acarreó un movimiento de fichas dentro del terreno de juego. Josep Señé
pasaba a ocupar el puesto de mediocentro y el zamorano se situaba en la
mediapunta. Sin embargo, seguían sin carburar los azules, que vieron como el
Coruxo continuaba llegando al área.
Antúnez no falló desde los once metros. |
Cervero pudo poner las tablas en
el minuto 12 de la segunda mitad. Sin embargo su mal control hizo que la pelota
se fuese muy desviada. Sergio García lo intentaba desde la banda. El zamorano
puso empeño, ganas y velocidad, dando un punto más al equipo. Precisamente, un
centro chut suyo estuvo cerca de envenenarse para acabar en la portería de
Fernando. También lo intentaba otro recién entrado en el terreno de juego, Xavier
Annunziata. El canario dejó destellos de clase en un partido donde eso no
servía. Un disparo suyo desde lejos también pudo haber acabado en gol.
El arreón del Oviedo en el
segundo cuarto de hora tras la reanudación quedó en nada. Los minutos pasaban y
no había forma de entrar en el partido. El Coruxo hacía sus deberes, replegando
en defensa y lanzando contras rápidas, con el objetivo de sorprender a los
locales. Eneko lo intentó con una falta lejana, que atrapó el portero gallego
sin problema. También Sergio García erraba en sus disparos, síntoma de que en
la segunda parte el Real Oviedo lo intentó. Incluso, la grada llegó a reclamar
un posible penalti por mano dentro del área Cifuentes.
Granero quemó sus bazas dando
entrada a Iván Rubio por un decepcionante David Alba. La gran mayoría de las
veces que el ex del Albacete se sumaba al ataque, el Real Oviedo perdía la
pelota. Annunziata tuvo la última azul, pero el canario regateó en exceso
dentro del área y su disparo posterior fue demasiado alto. En el descuento, con
los azules jugándose el todo por el todo, un encontronazo de Pardo con Dani
Gómez supuso la segunda cartulina amarilla para el defensor azul.
El colegiado señaló el final del
encuentro y el público del Tartiere estalló. Exceptuando un sector de la
afición, la pitada fue monumental en el estadio ovetense. La imagen de los
azules no sale muy reforzada del choque ante el Coruxo ya que los oviedistas
suman dos derrotas consecutivas. Los carbayones pasan a la cuarta plaza de la
competición, tirando por la borda una nueva ocasión de hacerse con el liderato.
GRANERO: “LA AFICIÓN ESTÁ EN SU
DERECHO”
El técnico azul calificó como
merecida la pitada que el respetable dio a su equipo. Para Granero, “el público
actuó de forma fenomenal. Cuando ganamos, ellos nos dan, pero cuando nosotros
no les damos, toca aguantar el chaparrón”.
Además cree el valenciano que los cambios en la defensa beneficiaron al
Real Oviedo ya que “atrás no vi tantos fallos”. El míster se limitó a recordar
que el tanto de los Coruxo vino de penalti y que “su única llegada clara fue la
jugada posterior”.
El temor de Granero viene al
cosecharse la segunda derrota consecutiva, por lo que “todas las sensaciones
positivas que se percibían se quedan en nada”. Para el entrenador azul
solamente queda “volver a empezar de cero”, ya que esta derrota “es de las que
duelen, una continuación de lo vivido el pasado domingo en Ourense”.