Los azules anotaron tres goles
por primera vez en la temporada
Más de mil oviedistas en las
gradas
Cultural y Deportiva Leonesa:
Toño; José Antonio, Negral, Santi Santos (Alex, minuto 85), Góngora (Ortiz,
minuto 56); Adán, Rico (Álvaro López, minuto 85), Gonzalo, Viti; Raúl Torres y
Diego Torres
Real Oviedo: Orlando Quintana;
David Alba, Pardo, David Fernández, Sergio Rodríguez; Sergio García, Salva
Rivas (Javi Hernández, minuto 70), Iván Rubio (Héctor Simón, minuto 62), Eneko
(Cervero, minuto 66); Señé y Alain
Quizá lo justo sea empezar por el
final. Más de mil oviedistas, desplazados a León en miércoles laborable, coreando en las gradas el Santa Bárbara Bendita,
himno minero, en homenaje a los seis trabajadores fallecidos en la Pola de
Gordón. Fue una imagen bonita, de las que pone los pelos de punta, y en la que
se evidencia que, el fútbol es una de las cosas más importantes de entre las
cosas menos importantes de la vida. La sensación de, que con el estadio en
silencio, los acordes del himno retumbaran entre las gradas, puso la piel de
gallina a más de uno.
Pero antes hubo partido. Y el
Real Oviedo venció. Lo hizo por tres goles a uno, frente a una Cultural Leonesa
que mostró síntomas de equipo más pequeño. Jugando a defenderse, con hasta diez
hombres por detrás de la pelota en muchas ocasiones. Aunque los de Luis
Cembranos gozaron de varias oportunidades debido a lo endeble de la defensa
azul. Sin embargo, los de Granero fueron mejores y aprovecharon las suyas. Al
fin y al cabo, el juego consiste en meter más veces que el rival la pelota en
la red, y eso fue lo que hizo el club asturiano.
Hubo sorpresas en el once
inicial. Héctor Simón, Cervero y Annunziata se cayeron de la alineación para
dejar sitio a Señé, Alain Arroyo e Iván Rubio respectivamente. Fue precisamente el último quien aprovechó un
disparo cruzado de Alain en el minuto dos de juego para anotar el primero. El conquense metió la pierna para desviar el
lanzamiento, sorprendiendo a Toño.
Señé cede la pelota a Eneko en el borde del área |
Durante el primer cuarto de hora,
los azules seguían con el dominio de la pelota, hasta que ocurrió lo que sucede
en todos los partidos cuando el equipo carbayón marcha con ventaja en el
marcador. Se echaron para atrás. Las acciones ofensivas de los de Granero se
basaban en saques de esquina botados por Eneko sin mayor peligro. Los leoneses
tampoco pusieron en aprietos a Orlando Quintana, hasta que en el remate tras
una acción a balón parado, Santi Santos enviaba de cabeza el cuero pegado a uno
de los postes de Orlando Quintana. La estirada del canario evitó el empate en
el marcador.
Se crecían los locales por medio
de jugadas a balón parado, y por medio de balones colgados al área, que
Quintana atrapaba con autoridad. El principal peligro llegaba por la banda
derecha del conjunto leonés, allá donde Sergio Rodríguez ofrecía más
facilidades a los culturalistas. Precisamente
por esta banda llegaría la jugada del penalti. El fallo defensivo del ex de la
Ponferradina propició un acercamiento al área de los leoneses. Fue Pardo el
que, sin balón mediante, derribaba a Diego Torres en el área. Fue una decisión
protestada, pero lo que no tuvo apelación fue el potente derechazo del propio
delantero, que se coló ajustado al poste.
El tanto caía como un jarro de
agua fría para los carbayones, quienes habían hecho méritos para irse por
delante en el marcador al descanso. Pero, tras la reanudación, las cosas
cambiaron. Fue a los tres minutos. Un saque de esquina botado desde la derecha
acabó con la pelota dentro del área. Alain chutaba sin acierto, pero el cuero
era recogido por Eneko que, sin marca, batía casi a placer a Toño. Los
oviedistas recuperaban la ventaja en el marcador con ese tanto. El Real Oviedo se crecía. Primero fue Salva
Rivas quien desde lejos lo intentó con gran potencia, pero su disparo se fue
fuera. Después, Eneko, a quien Señé había dejado en bandeja el chut, que
también se fue elevado. Y por último, Sergio García. Su lanzamiento desde la
derecha engañó a muchos aficionados desde las gradas, al parecer que se iba
para dentro, pero en realidad se fue desviado por escasos centímetros.
Los locales no decían la última
palabra, y en los últimos 25 minutos se echaron para arriba. A través de
paredes y jugadas dentro del área, pudieron hacer gol en diversas ocasiones,
como por ejemplo, los chuts de Ortiz y de Adán. Granero movió fichas con
rapidez, Cervero y Héctor Simón, hasta ayer titulares en todos los partidos,
ocuparon las plazas de Eneko e Iván Rubio.
Los azules celebran el tercer tanto |
Pero en el minuto 70, un centro
de Sergio García, peinado en el primer palo por Cervero ante la salida del
cancerbero Toño, fue rematado por Alain en boca de gol. El vasco anotaba así su
primer gol en liga con el Real Oviedo y permitía a los azules cerrar
prácticamente el partido.
Los locales se dedicaron a jugar
en campo del Real Oviedo el resto del partido, aunque sin crear excesivas
ocasiones de peligro. Les faltaba acierto a los de Luis Cembranos de cara a
puerta. La defensa oviedista, pese a mostrarse más endeble que en otras
ocasiones, conseguía despejar los balones en última instancia. El cuadro de
Granero vivió ofensivamente a la contra en los últimos minutos. Sergio García,
exhausto peleaba los balones que le llegaban en profundidad a su banda, incluso
tuvo una ocasión para batir a Toño. También Pardo, con un potente lanzamiento
de falta, esta vez raso, estuvo a punto de marcar.
Sin más complicaciones hasta el
final del encuentro, los acordes del himno minero comenzaron a sonar en la
grada azul, coincidiendo con el final del choque. Los oviedistas volvían a la
senda del triunfo y se colocan líderes de la competición nuevamente, ya que
aprovecharon los pinchazos de Ourense y Racing. Estos últimos visitarán el
Carlos Tartiere el domingo en un duelo propio de otras categorías.
GRANERO: “HA SIDO UN PARTIDO INTENSO"
El entrenador azul aseguró en
rueda de prensa que se encuentra satisfecho con el fondo de armario que tiene
en su plantilla y llegó a manifestar que “tengo 20 jugadores y una gran
plantilla, hoy era el día para hacer estos cambios, ya que necesitábamos ese
aire fresco para meterle ritmo a la Cultural”. En cuanto al choque, opinó que
fue “un encuentro muy competido y difícil de jugar, ya que no hemos estado
tranquilos ni con el 1-3.”
Granero fue consciente durante el
encuentro de que “era complicado controlar el juego los 90 minutos” y por eso
introdujo los cambios “ya que sus aportaciones fueron fundamentales”. Su rival
le pareció un conjunto “al que ganarle en casa era muy complicado, porque era
un equipo intenso”.
También tuvo palabras de
alabanza para su afición, de quien destacó el “Santa Bárbara bendita” en memoria
de los mineros fallecidos. El preparador valenciano se mostró feliz tras “haber
brindado a la afición un partido tranquilo”.