Los ovetenses vencieron con
comodidad a pesar del mal estado del terreno de juego
No dieron ninguna opción al
equipo madrileño
Real Oviedo: Dani Barrio;
Owona, Mantovani (Javi Cantero, minuto 74), Baquero, Álvaro; Xavi Moré, Aitor
Sanz, Cerrajeria, Iker Alegre (Casares, minuto 65); Manu Busto (Héctor Simón,
minuto 78) y Cervero
U.D. San Sebastián de
Los Reyes: Miguel Ángel; Sául, González, Vaquero, Castañera; Mena, Gibanel,
Vázquez, Javi Vicente (Torres, minuto 64); Ismael (Rául Ruiz, minuto 70) y
David Sanz
Si el fútbol se mide por las
sensaciones, el Real Oviedo puede estar tranquilo, ya que las del partido de
ayer son inmejorables. Los de Sarriugarte siguen afianzando su juego y
transmiten buenas vibraciones en esta fase de la temporada. De hecho, han
ganado seis de los últimos siete encuentros.
El partido de ayer, que se
presumía complicado por varias razones, fue prácticamente un mero trámite para
el conjunto carbayón, quien dominó todo el encuentro a pesar del estado del
terreno de juego, de la meteorología y de que el San Sebastián de los Reyes
había ganado a los azules en el encuentro de ida. Pero lo que se observa es que
el equipo del Carlos Tartiere cada vez está más conjuntado, y que cuando las
cosas se ponen de cara, no hay nadie que pueda hacerles frente en la liga.
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Owona volvía al once. Jonás Sánchez |
Sarriugarte puso de manifiesto la
frase de que “lo que funciona, no se toca” y solamente introdujo un cambio
respecto al encuentro de Fuenlabrada, y fue obligado. Owona entraba en el
lateral diestro en detrimento del sancionado David. La fortaleza del camerunés
era necesaria en un partido como el de ayer. El resto, sin novedad, a pesar de
que a lo largo de la semana se había especulado con la entrada de Héctor Simón
en el once inicial.
El partido empezaba muy de cara
para los locales, ya que en el minuto siete Galder Cerrajería ponía el primero
en el marcador. Y era casi un regalo. Vaquero no acertaba a despejar una pelota
peinada por Cervero, y el vasco encaraba a Miguel Ángel, a quien batía de
disparo cruzado por debajo de las piernas.
Con el viento a favor el Real
Oviedo no se vino atrás, apenas dos minutos después del tanto, tras una dejada
de Diego Cervero, Manu Busto pudo haber aumentado la ventaja. Mucha seguridad
la que mostraban los locales atrás, ya que apenas concedían ocasiones de
peligro a sus rivales. Baquero y Mantovani demuestran cada día que son una
pareja de centrales que se compenetran a la perfección.
Iker Alegre era un puñal por la
banda zurda. Su velocidad y su desborde traían de cabeza a los defensores madrileños, y lo cierto es que el estado de forma del extremo es excepcional.
En una de sus jugadas, el pase atrás no encontró el acierto por parte de los
delanteros azules.
Sin embargo, en el minuto 31,
Manu Busto botaría una falta que sí encontró rematador. Álvaro Cuello, con un
excepcional desmarque (véanlo en la televisión si pueden) llega desde atrás para
cabecear y batir al meta madrileño. El Real Oviedo anotaba el segundo tanto y
conseguía una tranquilidad a la que no acostumbra en los partidos como local.
Sin embargo, siendo el Real Oviedo,
uno no se puede acostumbrar a la relajación, ya que cuando ésta viene, se paga
caro. En un balón colgado al área por parte del San Sebastián de los Reyes,
Dani Barrio salía de puños, y se alejaba en exceso de su marco. Mena remataba,
pero bajo palos aparecía de la nada Mantovani para evitar el primero de los
visitantes. Fue la última clara antes de que el colegiado señalase el descanso
en un Carlos Tartiere en el que cada vez llovía más.
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Cervero pelea la pelota entre la lluvia. Jonás Sánchez |
La segunda parte comenzó con
intercambios de golpes constantes entre ambos equipos, pero ninguno parecía
acertar. Una falta que Javi Vicente lanzaba por encima del travesaño era la más
clara para los visitantes. Mientras que un tiro rozando el palo de Aitor, la
más propicia para el conjunto de casa.
El estado del terreno de juego
empeoraba a medida que pasaban los minutos, y la brega de Diego Cervero se
hacía fundamental. Cervero encontró hoy en Manu Busto un perfecto aliado a la
hora de presionar al rival, y es que el cántabro estuvo muy peleón, consciente
de que con la llegada de Pepe Díaz y la buena forma de Casares, la competencia
aprieta.
Xavi Moré, con dos grandes
jugadas consecutivas, se reafirmaba y recordaba al Tartiere quién es el dueño
de la banda derecha. En la segunda jugada, su centro era cabeceado por Cervero
sin peligro.
Los azules seguían intentándolo y
llevaban el peso del partido. Un buen ataque era culminado con Diego Cervero
rematando, y poniendo en apuros a Miguel Ángel, que despejaba a córner. La
jugada a balón parado era ejecutada por Manu Busto que ponía el balón en la
pierna de Pedro Baquero, que con su zurda remataba de volea, e introducía el
balón en la meta de un Miguel Ángel que nada pudo hacer para evitarlo. Un chut
de gran potencia el del defensa azul.
Sarriugarte introducía cambios.
Casares ya había sustituido a Iker Alegre antes del tercer gol, y poco después
Cantero ocupaba el lugar de Mantovani, con molestias musculares. Héctor Simón
sería la tercera sustitución, debutando en el Tartiere al coger el relevo de
Manu Busto, renqueante al igual que su compañero argentino.
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Héctor Simón trata de controlar una pelota. Jonás Sánchez |
Precisamente de las botas de
estos dos últimos cambios llegaría el cuarto y último tanto del Real Oviedo.
Una falta botada por Simón encontraba a Javi Cantero en el área pequeña, que
solamente tuvo que poner su pierna para que el esférico tocara la red.
Y la renta pudo ser mayor, una contra
conducida por Casares, y con Xavi Moré y Héctor Simón en los costados, era
malograda por el mediapunta xerezano, cuyo disparo golpeo la cepa del poste
antes de irse fuera.
Tres puntos que permiten al Real
Oviedo seguir en los puestos altos de la tabla y que confirman la mejoría de juego
del conjunto carbayón. El equipo parece ir en línea ascendente, y ello hace que
los ánimos en el Carlos Tartiere estén por las nubes. Próximo compromiso el
domingo a las 12 ante el Alcalá.
SARRIUGARTE: “ESTOS PARTIDOS SON
LOS MÁS DIFÍCILES”
Para Félix Sarriugarte está claro
que el encuentro de ayer era una trampa, ya que “Por
partidos como el de esta tarde, en los que todo el mundo da por hecho que hay
que ganar, son muy difíciles de sacar adelante. El equipo ha tenido rigor y ha
trabajado muy bien durante la semana para el partido. Hemos apelado al amor
propio y ahí pocos equipos nos pueden ganar.”
El entrenador azul mostró su
preocupación por el estado del césped del Tartiere, pero señaló que “nos hemos adaptado bien, creando jugadas y llegando al área
rival.” Además, se mostró satisfecho con sus hombres, ya que supieron
contrarrestar el peligro de los madrileños, que eran las jugadas a balón parado.
En relación al estado del terreno de juego dejó
claro que puede afectar a los futbolistas, “Mantovani
y Manu Busto han finalizado con problemas físicos y la gente está justa porque
muscularmente acusamos el estado del césped” añadió Sarriugarte.