El Oviedo Baloncesto vuelve a
llevarse el partido en el último segundo
Los de Guillermo Arenas
remontaron doce puntos en cuatro minutos y medio
El Unión Financiera Baloncesto
Oviedo lo ha vuelto a hacer. Como si de un milagro se tratase, los de Guillermo
Arenas se llevaron el partido en la tarde de ayer sobre la bocina. Y es que los
corazones ayer presentes en Pumarín volvieron a sufrir un riesgo de infarto y
pudieron haber colapsado los servicios médicos de Asturias.
Fue un final de locos. Algo
surrealista. Un partido con un final muy extraño. Pero si estos encuentros de
baloncesto no hacen afición, nada puede generar pasión por el deporte de la
canasta. Y no es la primera vez esta temporada que el conjunto ovetense vence
el encuentro sobre la bocina. Ya ocurrió en las dos últimas jornadas, ante
Andorra y ante Ourense. Pero lo de ayer superó todas las expectativas.
Adrián Macía equilibró el choque desde la línea de tres en el primer cuarto. Oviedo Baloncesto |
En el primer cuarto los de
Guillermo Arenas salieron en plan apisonadora. El mate de Juan José García y
los dos triples de Diego Sánchez nada más arrancar comenzaron a poner de cara
las cosas a los carbayones. Con un parcial de 11-2 en los primeros minutos,
parecía que Cocinas.com no sería rival en Pumarín. Pero los de Jesús Sala
remaron liderados por un gran José Manuel Coego en la pintura, y unido al
acierto desde 6,75, llegaron a darle la vuelta al marcador antes de finalizar
el primer cuarto (13-14) y a obtener una ventaja de seis puntos (13-19). Pero
de nuevo salió la casta de los de Pumarín, para con un parcial de 9-1 irse con
ventaja al término de estos primeros diez minutos.
En esta primera remontada tuvo
mucho que ver el capitán Adrián Macía. Con Juan José García con dos faltas
personales y con Kevin Van Wijk aquejado de molestias en el tobillo, unido a
las bajas de Héctor Macía y de Daniel Fiztgerald, obligó a Guillermo Arenas a
recurrir al veterano jugador. Dos triples del capitán fueron clave para acabar
cuatro puntos por encima al término del primer cuarto.
En el segundo periodo el Unión
Financiera trató de despegarse en el marcador, y logró ventajas de hasta nueve
puntos. Un triple de Ferrán Bassas colocaba un 37-28 en el marcador a falta de cinco
minutos para el descanso. Pero de nuevo Cocinas.com tiró de casta para lograr acercarse
en el electrónico. Entre Nwogbo y Joan Tomás lograron que la ventaja se redujera
a dos puntos. Los locales solamente anotaron cinco puntos en esos cinco
minutos. (42-40).
Álvaro Muñoz tiró del carro en los minutos finales. Oviedo Baloncesto. |
A los dos equipos les costó
anotar tras la reanudación. No fue hasta casi transcurridos los dos primeros
minutos cuando Cocinas.com modificó el tanteador. Un marcador que estuvo muy
igualado en todo este tercer periodo con un gran número de cambios de ventaja.
Un triple de Diego Sánchez, a falta de tres minutos, volvía a empatar el
partido a 51. La emoción estaba asegurada en Pumarín.
Con un gran papel de Borja
Arévalo en estos minutos finales del tercer periodo, parecía que los visitantes
comenzaban a tomar ventaja (53-58), pero un Álvaro Muñoz, que resultaría
fundamental, recortó distancias con un lanzamiento de tres que dejaba el
partido con dos de ventaja para Cocinas.com.
En el último periodo se vivió el
éxtasis en Pumarín. Siete puntos seguidos de Alfredo Ott dejaban el marcador
con nueve de ventaja para los riojanos. La reacción se antojana complicada y al
Oviedo Baloncesto se le nublaban las ideas. A falta de cuatro minutos y
veinticuatro segundos, un nuevo triple del americano Ott dejaba casi
sentenciado el choque. Eran doce puntos de ventaja para Cocinas.com.
El equipo de Guillermo Arenas
varió su defensa. La zona 1-3-1 dio resultados a los locales y el equipo de
Jesús Sala se vio incapaz de atacarla. Las imprecisiones en defensa comenzaron
a llegar, y un gran papel de Álvaro Muñoz, con diez puntos en menos de dos
minutos, volvía a equilibrar las fuerzas. A falta de un minuto y cuarenta
segundos, Kevin Van Wijk empató el choque desde la línea de tiros libres. (70-70).
La euforia llegó a Pumarín con la canasta de Juan García. Oviedo Baloncesto. |
Quedaba mucho por jugarse. Un
mundo. Una eternidad. Y más cuando Uriz anotaba dentro de la zona complicando
más las cosas. Juan José García, con un mate, volvía a equilibrar las cosas.
Restaban veintiséis segundos. Los corazones carbayones comenzaban a subir sus
pulsaciones con la canasta de Nwogbo dentro de la zona con ocho segundos por
delante. El marcador reflejaba un 72-74.
Pero de nuevo apareció Kevin Van
Wijk. Una canasta del holandés volvía a equilibrar el choque, con solamente dos
segundos por jugarse. Jesús Sala pidió tiempo muerto para una última jugada,
mientras que a los carbayones les quedaba todavía una falta antes de llegar al
bónus de tiro.
Sin embargo, Kevin Van Wijk
cometió esa falta mientras Alfredo Ott estaba lanzando de tres. El americano
podía decidir el partido con 71 centésimas de segundo por jugarse. El primer
lanzamiento acertado heló las almas de Pumarín. Sin embargo, pensando Ott que
eran dos tiros libres, lanzó el segundo a fallar, para dejar que corriera el
tiempo. En el tercero, consciente de su error, lo falló y se fue corriendo a
por el rebote, cometiendo infracción al invadir la zona antes de que el balón
tocase el aro.
Un nuevo tiempo muerto pedido por
Guillermo Arenas alimentaba la esperanza. Jesús Sala sacó a pista a sus hombres
más altos para evitar el alley-oop. Pero ni con esas. Bloqueo ciego para que
Juan José García corriese hacia el aro y el balón, perfectamente servido por
Álvaro Muñoz, tocó las manos del dominicano mientras saltaba y se introdujo en
la canasta para levantar la euforia en todo el pabellón local.
Un final agónico para cerrar un
2013 de ensueño en la cancha de Pumarín. Los de Guillermo Arenas no han
conocido la derrota en todo este año en su cancha, y el partido de ayer fue una
muestra más de que cuando un equipo juega a ganar puede derribar casi cualquier
obstáculo. Con esta victoria, los carbayones no se clasifican para la Copa
Príncipe, pero cierran la primera vuelta en cuarto lugar, a una sola victoria
del liderato. Todo un mérito para el equipo con menos presupuesto de la liga.