El Real Oviedo ha sido sancionado
a pagar esa cantidad, además del viaje del Racing de Ferrol
Los 45 minutos restantes, a
puerta cerrada
El Real Oviedo ya conoce la multa
que tiene que pagar por el petardazo lanzado al terreno de juego el pasado 1 de
diciembre durante la disputa del encuentro ante el Racing de Ferrol. Los azules
habrán de abonar una multa de 300 euros, acompañados del viaje y otros gastos
de desplazamiento en los que puedan concurrir los gallegos. El conjunto
carbayón incumplió, según el Juez Único de Segunda “B”, el artículo 110 del
Código Disciplinario, en el que se desarrollan las alteraciones del orden del
encuentro consideradas de carácter leve,
Tras conocerse esta sanción,
fallada en el día de ayer, la Real Federación Española de Fútbol estableció un
periodo de 48 horas para que ambos clubes fijaran una fecha para la reanudación
del choque, que si bien se realizará en el Carlos Tartiere, se disputará a
puerta cerrada. Según las últimas
informaciones, encontradas en la cuenta de Twitter de “Onda Deportiva Asturias”,
el jueves 16 de enero, se jugaría lo que restase de partido. Los azules habrían
viajado a Noja el día 12, y recibirían al Tropezón de Tanos el 19.
El partido entre el Real Oviedo y el Racing de Ferrol se suspendió al descanso. Hugo Álvarez |
El Racing de Ferrol había pedido
que se le otorgasen los tres puntos, al considerar que el orden del encuentro
podría haberse alterado ya que los gallegos se encontraban con un futbolista
más sobre el terreno de juego. Sin embargo, según informa Deportes Cope
Asturias en las redes sociales, los ferrolanos acatan la decisión dictada por
el Juez único.7
Los actos sucedieron el pasado 1
de diciembre, durante la disputa del choque entre el Real Oviedo y el Racing de
Ferrol. Los azules aventajaban a los gallegos por un tanto a cero, obra de
Diego Cervero, expulsado a los dos minutos de una manera rigurosa. Esa tarjeta
roja, acompañada de otras actuaciones dudosas, irritaron al público ovetense,
que despidió al colegiado Zarrabeitia Arrieta con una sonora pitada. Pero a un
descerebrado se le ocurrió lanzar un petardo que, colándose por el túnel de
vestuarios, impactó presuntamente cerca del colegiado.
El vasco, pese a no haber sufrido
ningún percance físico, declaró no sentirse “anímicamente preparado” para
reanudar el choque, haciendo caso omiso de las indicaciones de sus dos jueces
de línea, o de los encargados de seguridad del Carlos Tartiere, amén de los
deseos de los dos conjuntos, que querían seguir jugando.
La infracción, de carácter leve,
solamente le ha supuesto al Real Oviedo 300 euros (más el viaje del Racing),
pero se ha hecho hincapié en que se deben mantener actitudes vigilantes en lo
sucesivo para que situaciones de este calibre no se vuelvan a repetir. El club
carbayón está avisado.
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