lunes, 2 de diciembre de 2013

Partido suspendido por culpa de un petardo

Zarrabeitia Arrieta suspendió el choque durante el descanso
Los azules vencían por un gol a cero en ese momento

Real Oviedo: Orlando; Alba, Pardo, David Fernández, Álvaro; Susaeta, Iván Rubio, Salva Rivas, Eneko; Annunziata y Diego Cervero

Racing de Ferrol: Camacho; Comesaña, Pérez, Antonio, Pumar; Vela, Iosu Villar, Dani Rodríguez, Pablo Rey; Iago Iglesias y Manu Barreiro

El colegido vasco señaló el final del primer tiempo y con una monumental pitada se introdujo en el túnel de vestuarios. Su actuación no estaba siendo nada destacada en el día de ayer, ya que Zarrabeitia Arrieta se estaba cebando con el equipo carbayón. Cervero vio una roja un tanto rigurosa y las cartulinas parecían ir solamente en dirección azul.

Pero cuando el trío arbitral encaró la bocana de vestuarios, un fuerte estruendo retumbó en el campo. Uno de los tantos petardos que suenan habitualmente en el Carlos Tartiere (prohibidos y por los cuales el club ovetense ya estaba apercibido de sanción). El problema fue que el artefacto se coló por una de las rendijas del túnel-móvil y estalló a escasos metros del colegiado.

Los jugadores del Real Oviedo aplauden al público con
el partido suspendido. Hugo Álvarez
La acción es totalmente censurable por parte de quien haya lanzado el petardo, pero éste, afortunadamente, no causó heridos. Sin embargo, el trencilla lo tenía muy claro. Antes de saltar al terreno de juego a pitar una segunda parte con el público ovetense muy echado encima (y con motivos para ello), encontró la excusa perfecta en ese artefacto. Zarrabeitia Arrieta alegó motivos psicológicos para suspender el encuentro.

El acta, redactado por el colegiado vasco, lo recoge claramente: “la explosión no produjo ningún daño físico a ninguna persona, salvo un zumbido en el oído dejándonos aturdidos durante unos instantes. Observando que tanto nuestra integridad física como la de otros empleados del club no estaba asegurada, he decidido suspender el partido en el descanso”. Además de emitir valoraciones personales, de este texto se deduce que la seguridad del colegiado no estaba completamente controlada.

Fueron momentos de mucha tensión. Emisarios de ambos equipos trataron de convencer al vasco para que se reanudara el partido. El presidente del Real Oviedo, los delegados de los dos equipos e incluso el jefe de policía del Carlos Tartiere, quien advirtió al colegiado de las consecuencias de desalojar a las 8.000 personas que se encontraban en el estadio (muchos de los aficionados aguardaron en el parking a la espera del árbitro, y los antidisturbios tuvieron que intervenir).

Fuentes policiales, consultadas por este medio, destacaron que “el colegiado se mantuvo en sus trece y no quiso reanudar el partido, a pesar de que se le garantizó la seguridad”, aunque recalcan que “el árbitro es soberano en este aspecto, y es el único con capacidad de decidir”. A la hora de identificar al energúmeno que lanzó el explosivo, el club pide colaboración a los aficionados, por si pueden aclarar la situación. Desde la Policía no se ha identificado a nadie hasta el momento, toda vez que el sistema de cámaras de seguridad del estadio apenas funcione, debido a que sin estar el Real Oviedo en categoría profesional, su utilización no es de carácter obligatorio.

El presidente del club azul, Sabino López aseguró al término del choque que, pese a condenar el acto “realizado por un energúmeno”, entiende como “desproporcionada la decisión de Zarrabeitia Arrieta”. Sabino López declaraba que “he vivido situaciones de tensión mucho mayores en otros campos de fútbol, y el colegiado las resolvió de manera natural”. En esta ocasión, y al tratar de convencer al vasco el máximo mandatario azul, se encontró con una respuesta rotunda, el colegiado “no se encontraba anímicamente bien para dirigir la segunda parte”, toda vez que no se produjeran daños físicos. En definitiva, López cree que as alegaciones oportunas porque el colegiado no tiene ninguna secuela física que le impidiera continuar arbitrando. Leeremos el acta y haremos las alegaciones correspondientes para la defensa del Real Oviedo”.

El entrenador del Real Oviedo, Carlos Granero, también fue partidario de la vuelta al terreno de juego, pese a que su equipo se encontraba con un futbolista menos en el terreno de juego. El preparador azul aseguraba que “el partido podía haber transcurrido perfectamente a pesar de unas decisiones que ha tomado, quizá le haya venido bastante grande. El partido era vibrante e intenso entre dos buenos equipos, aunque es cierto que hay que condenar ese hecho aislado a pesar de que el comportamiento de la afición estaba siendo correcto”.  De este modo, el valenciano se mostró rotundo  “no han sido hechos tan graves”.

En cuanto al juego de su equipo, opinó que “lo he visto muy enchufado y ordenado, sabiendo qué tenía que hacer. Cuando ves al equipo así de implicado y solidario, sin perderle la cara al partido y con la afición volcada, similar a un partido para recurrir a la heroica”.

Lo que es cierto es que la sanción para el Real Oviedo será importante, hasta el punto de que es probable que el conjunto azul tenga que jugar varios partidos lejos del Carlos Tartiere por la sanción federativa que puede llegar al club asturiano.

EL REAL OVIEDO VENCÍA POR UN GOL A CERO

Pero antes de la suspensión, el conjunto azul dominaba. Los de Carlos Granero saltaron al terreno de juego con la intención de llevarse los tres puntos en el último encuentro en el Tartiere en este 2013. Los ovetenses anotaron el gol por mediación de Diego Cervero, pero antes habían tenido más ocasiones. La primera fue para Annunziata, tras sacar de centro el Racing de Ferrol, el canario se hizo con la pelota, y a punto estuvo de anotar el primer tanto.

Los azules apenas concedían ocasiones de peligro al equipo gallego, puesto que la defensa carbayona se mostró especialmente atenta a los fueras de juego. Digna de mención fue la actuación de Álvaro Cuello, de vuelta al equipo en un puesto que no le es desconocido, como es el lateral izquierdo.

La asistencia de Eneko permitió a Cervero anotar el gol.
Hugo Álvarez
En el minuto quince, tras una buena jugada del defensor ovetense, que combinó con Annunziata y con Eneko, permitió que este último ganara la línea de fondo y sirviera una buena pelota a Diego Cervero, para enviarla a la red del portero gallego.

El gol de Cervero se vio empañado poco después por su expulsión, por roja directa. El ariete carbayón derribó por detrás a un jugador ferrolano, pero la cartulina roja quizás fuera un tanto rigurosa, toda vez que Diego Cervero toca balón. Este hecho comenzó a caldear el ambiente en el Carlos Tartiere.

Los oviedistas, lejos de echarse para atrás, siguieron presionando y siendo los dominadores de un encuentro que el Ferrol no tenía prisa por empatar. De hecho, los gallegos no llegaron a tirar entre los tres palos en la primera mitad. El colegiado seguía haciendo méritos para llevarse una monumental pitada al descanso, con la cartulina amarilla a Susaeta o con la mano en el área que no llegó a señalar tras el saque de una falta del equipo asturiano. Los oviedistas siguieron buscando con empeño el 2-0 y prueba de ello fueron los numerosos saques de esquina lanzados antes del descanso, pese a encontrarse en inferioridad numérica.


El partido del Real Oviedo estaba siendo bueno hasta la suspensión del mismo. Ahora, con otros condicionantes, el equipo de Carlos Granero deberá defender la ventaja cosechada. Toca buscar fechas para la reanudación una vez que el Comité de Competición se pronuncie el próximo martes.

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