Zarrabeitia Arrieta suspendió el
choque durante el descanso
Los azules vencían por un gol a
cero en ese momento
Real Oviedo: Orlando; Alba,
Pardo, David Fernández, Álvaro; Susaeta, Iván Rubio, Salva Rivas, Eneko;
Annunziata y Diego Cervero
Racing de Ferrol: Camacho;
Comesaña, Pérez, Antonio, Pumar; Vela, Iosu Villar, Dani Rodríguez, Pablo Rey;
Iago Iglesias y Manu Barreiro
El colegido vasco señaló el final
del primer tiempo y con una monumental pitada se introdujo en el túnel de
vestuarios. Su actuación no estaba siendo nada destacada en el día de ayer, ya
que Zarrabeitia Arrieta se estaba cebando con el equipo carbayón. Cervero vio
una roja un tanto rigurosa y las cartulinas parecían ir solamente en dirección
azul.
Pero cuando el trío arbitral
encaró la bocana de vestuarios, un fuerte estruendo retumbó en el campo. Uno de
los tantos petardos que suenan habitualmente en el Carlos Tartiere (prohibidos
y por los cuales el club ovetense ya estaba apercibido de sanción). El problema
fue que el artefacto se coló por una de las rendijas del túnel-móvil y estalló
a escasos metros del colegiado.
Los jugadores del Real Oviedo aplauden al público con el partido suspendido. Hugo Álvarez |
La acción es totalmente
censurable por parte de quien haya lanzado el petardo, pero éste,
afortunadamente, no causó heridos. Sin embargo, el trencilla lo tenía muy
claro. Antes de saltar al terreno de juego a pitar una segunda parte con el
público ovetense muy echado encima (y con motivos para ello), encontró la
excusa perfecta en ese artefacto. Zarrabeitia Arrieta alegó motivos
psicológicos para suspender el encuentro.
El acta, redactado por el
colegiado vasco, lo recoge claramente: “la explosión no produjo ningún daño
físico a ninguna persona, salvo un zumbido en el oído dejándonos aturdidos
durante unos instantes. Observando que tanto nuestra integridad física como la
de otros empleados del club no estaba asegurada, he decidido suspender el
partido en el descanso”. Además de emitir valoraciones personales, de este
texto se deduce que la seguridad del colegiado no estaba completamente
controlada.
Fueron momentos de mucha tensión.
Emisarios de ambos equipos trataron de convencer al vasco para que se reanudara
el partido. El presidente del Real Oviedo, los delegados de los dos equipos e
incluso el jefe de policía del Carlos Tartiere, quien advirtió al colegiado de
las consecuencias de desalojar a las 8.000 personas que se encontraban en el
estadio (muchos de los aficionados aguardaron en el parking a la espera del
árbitro, y los antidisturbios tuvieron que intervenir).
Fuentes policiales, consultadas
por este medio, destacaron que “el colegiado se mantuvo en sus trece y no quiso
reanudar el partido, a pesar de que se le garantizó la seguridad”, aunque
recalcan que “el árbitro es soberano en este aspecto, y es el único con
capacidad de decidir”. A la hora de identificar al energúmeno que lanzó el
explosivo, el club pide colaboración a los aficionados, por si pueden aclarar
la situación. Desde la Policía no se ha identificado a nadie hasta el momento,
toda vez que el sistema de cámaras de seguridad del estadio apenas funcione,
debido a que sin estar el Real Oviedo en categoría profesional, su utilización
no es de carácter obligatorio.
El presidente del club azul,
Sabino López aseguró al término del choque que, pese a condenar el acto “realizado
por un energúmeno”, entiende como “desproporcionada la decisión de Zarrabeitia
Arrieta”. Sabino López declaraba que “he vivido situaciones de tensión mucho
mayores en otros campos de fútbol, y el colegiado las resolvió de manera
natural”. En esta ocasión, y al tratar de convencer al vasco el máximo
mandatario azul, se encontró con una respuesta rotunda, el colegiado “no se
encontraba anímicamente bien para dirigir la segunda parte”, toda vez que no se
produjeran daños físicos. En definitiva, López cree que as alegaciones
oportunas porque el colegiado no tiene ninguna secuela física que le impidiera
continuar arbitrando. Leeremos el acta y haremos las alegaciones
correspondientes para la defensa del Real Oviedo”.
El entrenador del Real Oviedo, Carlos
Granero, también fue partidario de la vuelta al terreno de juego, pese a que su
equipo se encontraba con un futbolista menos en el terreno de juego. El
preparador azul aseguraba que “el partido podía haber transcurrido
perfectamente a pesar de unas decisiones que ha tomado, quizá le haya venido
bastante grande. El partido era vibrante e intenso entre dos buenos equipos,
aunque es cierto que hay que condenar ese hecho aislado a pesar de que el
comportamiento de la afición estaba siendo correcto”. De este modo, el valenciano se mostró rotundo “no han sido hechos tan graves”.
En cuanto al juego de su equipo,
opinó que “lo he visto muy enchufado y ordenado, sabiendo qué tenía que hacer.
Cuando ves al equipo así de implicado y solidario, sin perderle la cara al
partido y con la afición volcada, similar a un partido para recurrir a la
heroica”.
Lo que es cierto es que la
sanción para el Real Oviedo será importante, hasta el punto de que es probable
que el conjunto azul tenga que jugar varios partidos lejos del Carlos Tartiere
por la sanción federativa que puede llegar al club asturiano.
EL REAL OVIEDO VENCÍA POR UN GOL
A CERO
Pero antes de la suspensión, el
conjunto azul dominaba. Los de Carlos Granero saltaron al terreno de juego con
la intención de llevarse los tres puntos en el último encuentro en el Tartiere
en este 2013. Los ovetenses anotaron el gol por mediación de Diego Cervero,
pero antes habían tenido más ocasiones. La primera fue para Annunziata, tras
sacar de centro el Racing de Ferrol, el canario se hizo con la pelota, y a
punto estuvo de anotar el primer tanto.
Los azules apenas concedían
ocasiones de peligro al equipo gallego, puesto que la defensa carbayona se
mostró especialmente atenta a los fueras de juego. Digna de mención fue la
actuación de Álvaro Cuello, de vuelta al equipo en un puesto que no le es
desconocido, como es el lateral izquierdo.
La asistencia de Eneko permitió a Cervero anotar el gol. Hugo Álvarez |
En el minuto quince, tras una
buena jugada del defensor ovetense, que combinó con Annunziata y con Eneko,
permitió que este último ganara la línea de fondo y sirviera una buena pelota a
Diego Cervero, para enviarla a la red del portero gallego.
El gol de Cervero se vio empañado
poco después por su expulsión, por roja directa. El ariete carbayón derribó por
detrás a un jugador ferrolano, pero la cartulina roja quizás fuera un tanto
rigurosa, toda vez que Diego Cervero toca balón. Este hecho comenzó a caldear
el ambiente en el Carlos Tartiere.
Los oviedistas, lejos de echarse
para atrás, siguieron presionando y siendo los dominadores de un encuentro que
el Ferrol no tenía prisa por empatar. De hecho, los gallegos no llegaron a
tirar entre los tres palos en la primera mitad. El colegiado seguía haciendo
méritos para llevarse una monumental pitada al descanso, con la cartulina
amarilla a Susaeta o con la mano en el área que no llegó a señalar tras el
saque de una falta del equipo asturiano. Los oviedistas siguieron buscando con
empeño el 2-0 y prueba de ello fueron los numerosos saques de esquina lanzados
antes del descanso, pese a encontrarse en inferioridad numérica.
El partido del Real Oviedo estaba
siendo bueno hasta la suspensión del mismo. Ahora, con otros condicionantes, el
equipo de Carlos Granero deberá defender la ventaja cosechada. Toca buscar
fechas para la reanudación una vez que el Comité de Competición se pronuncie el
próximo martes.
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