Cuatro goles de Guerrero en la
segunda parte sentencian a un mal Real Oviedo
Los azules no aparecieron en los
segundos cuarenta y cinco minutos
Sporting
“B”: Dennis; Ernesto, Sergio Álvarez, Santi Jara (Juan Mera, 85), Alex Barrera,
Guerrero (Álex García, 86), Alex Serrano (Álvaro Bustos, 79), Moises, Pablo
Pérez, Julio y Sergio Menéndez
Real
Oviedo: Dani Barrio; Owona, Mantovani, David, Álvaro; Aitor Sanz, Pascual (Iván
Rubio, 74); Iker Alegre, Casares, Jandro (Manu Busto, 59); y Cervero (Óscar
Martínez, 67)
La palabra oviedismo debería
aparecer junto a la de sufrimiento en el diccionario. No se puede ser lo
primero sin lo segundo. Y esto se demuestra en casos como el de ayer. El conjunto
azul fue humillado por el filial de su máximo rival, y desapareció del partido
por completo en la segunda mitad, no dando muestras ni de orgullo, ni de valor,
ni de garra. Ni jugadores ni entrenador fueron dignos de la camiseta ni del
escudo en la segunda parte.
La sorpresa se vislumbraba en el
once. Jandrín era titular, cayéndose los esquemas que apuntaban a la
titularidad de Manu Busto. Un Jandrín que vuelve a desperdiciar las
oportunidades que se le dan. Por lo demás, lo esperado en la alineación.
Y eso que no empezaban mal las
cosas para el Real Oviedo. La primera parte fue parca en fútbol. Con unos
primeros minutos muy trabados, fueron los carbayones los que golpearon primero.
Javi Casares volvía a demostrar su
movilidad en la mediapunta, y ya en el minuto 22 estuvo a punto de poner el
primero en el marcador. Su chut era desviado por Ernesto a córner.
Dos más tarde llegaría el gol.
Cervero sumaría el undécimo a su cuenta particular. A centro de Javi Casares,
el más destacado en la primera parte, el ovetense remataba a las redes de la
puerta de Dennis. Además, la siguiente jugada pudo poner la sentencia al
partido. Se invertían los papeles. Cervero la peinaba de cabeza y la pelota era
recogida por el jerezano, que marraba la ocasión.
Aquí se acabó el Real Oviedo, y
la primera parte. En la segunda todo cambió. El Real Oviedo pareció quedarse en
el autobús, porque no hubo rastro de azul en el terreno de juego. Miguel Ángel
Guerrero se convertiría en el amo del encuentro, anotando cuatro goles, que
pudieron ser más.
El primero, en el minuto 51, tras
un pase interior, batió por bajo a Dani Barrio. El segundo, apenas tres minutos
después, al cabecear un centro medido al área. Entre estos dos goles, Cervero
pudo anotar el segundo gol de los azules, cuando tras un centro de Jandrín,
Dennis no fue quien a atraparlo y el ariete azul, el único que mostró algo de
orgullo, pudo sumar otro tanto.
Panorámica de la grada azul. La afición fue lo único que no falló. Jonás Sánchez |
Manu Busto entró por Jandrín, en
unos momentos en los que el Real Oviedo no acertaba a dar tres pases seguidos.
A todo esto, en el minuto 70, de nuevo Guerrero, pudo haber puesto el tercero
en el marcador, cuando un trallazo suyo se estrelló en el travesaño. Bastarían
dos minutos para que ese tercer gol se sumara al casillero de los
sportinguistas. Mantovani cometía penalti por mano dentro del área y era Miguel
Ángel Guerrero el encargado de anotarlo.
Cervero fue sustituido, aquejado
de molestias, siendo su lugar ocupado por Óscar Martínez. A falta de nueve para
el final llegaría el cuarto de los gijoneses. De nuevo Guerrero, con un gran
lanzamiento de falta directa, ante el que Dani Barrio nada puede hacer. A
partir de ahí, nada más. Ni un solo intento de los carbayones de aproximarse al
área con peligro.
A destacar, por parte del Real Oviedo, los más de 700 valientes que vieron el partido desde las gradas de El Molinón. Y es que esta afición está muy acostumbrada a los golpes duros.
Lo único positivo que se puede
sacar del encuentro de hoy es que el conjunto carbayón acaba la primera mitad
en puestos de promoción y a cuatro puntos del liderato. Visto lo visto, parecen
pocos.
SARRIUGARTE: “ESTOY EN ESTADO DE
SHOCK”
Así de claro se mostró el
entrenador oviedista, quien no se explicaba cómo "podía haber cambiado tanto el
equipo de la primera parte a la segunda”. El entrenador azul aseguró que “habrá
que esperar a analizar el encuentro en frío, pero hemos cometido, desde el
comienzo, muchas pérdidas que les han dado la vida”.
Además, Sarriugarte declaró que “el
segundo tiempo ha discurrido en los parámetros que más le interesaban al
Sporting. Son un equipo de contraataque”. Finalmente, preguntado por las
palabras de Pedro Zuazua, que hablaba de humillación tras el resultado, quiso
dejar claro que “respeto las palabras del entrenador, ya que se trata de un
golpe muy doloroso para la gente que ha venido a vernos, y a los que esperamos
dar una alegría el próximo partido”.
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