lunes, 7 de octubre de 2013

Victoria in extremis Club Marino 1 – Real Oviedo 2

Los azules vencen con un tanto en propia puerta en los minutos finales
Cervero había adelantado a los azules de penalti

Club Marino: Rafa Ponzo; Pablo Suárez, Boris, Saavedra, Guaya; Titi (Diego, minuto 75), Espolita, Pablo Hernández, Pevida; Chus Hevia (Alejandro, minuto 85) y David (Dudi, minuto 78)

Real Oviedo: Orlando Quintana; Álvaro, Pardo, David Fernández, Sergio Díaz (Sergio Rodríguez, minuto 71); Susaeta, Hector Simón, Erice (Iván Rubio, minuto 65), Eneko; Señé (Annunziata, minuto 65) y Diego Cervero

No fue un partido brillante. Si no todo lo contrario. Los azules cuajaron, probablemente, el peor encuentro de la temporada. El juego del Real Oviedo dejó mucho que desear, y se vio superado en muchas fases del partido por el Marino de Luanco, quien mereció más. Los de Quirós se aprovecharon de la debilidad defensiva del Real Oviedo y únicamente su falta de puntería evitó una catástrofe mayor.


Y eso que al comienzo del encuentro las cosas pintaban realmente bien para el conjunto de la capital del Principado. A los dos minutos de juego, el colegiado madrileño, Ortiz Álvarez, señalaba la pena máxima para los carbayones tras una mano dentro del área de Saavedra, que había repelido un disparo de Susaeta.


Susaeta se lleva la pelota ante tres rivales. Hugo Álvarez
Diego Cervero no falló, se resarció del anterior error desde los once metros en Haro, y de este modo colocaba la ventaja para el club azul.  Los azules trataron de hacerse con el control del partido, pero no llegaban con profundidad. Los disparos de Susaeta y de Cervero fueron prueba de ello. Los de Quirós pudieron empatar mediante un cabezazo de David, que envió el cuero ligeramente desviado cuando su posición de remate era francamente buena.


Distintas jugadas de estrategia eran ejecutadas correctamente por los pupilos de Granero, pero fallaba el último eslabón de la cadena. Por lo demás, la primera mitad apenas dejó ocasiones para ninguno de los dos equipos. El Real Oviedo trataba de repeler, dejando en fuera de juego, a los atacantes locales. Tampoco las jugadas a balón parado de los marinistas llegaban a buen puerto.


La segunda mitad comenzó como la primera, pero de manera opuesta. Un penalti, en esta ocasión más dudoso, ya que parece que Titi se deja caer en el área, sirvió para que Chus Hevia empatara el choque. Entonces vinieron los mejores minutos del equipo que entrena José Luis Quirós


Titi, mientras le duró la energía, fue un auténtico quebradero de cabeza para los azules. En ataque, por su parte, las ideas escaseaban en el Real Oviedo, sobre todo con las imprecisiones en el centro del campo. Héctor Simón y Erice no mostraron la claridad en el juego de jornadas anteriores, e incluso los pases más sencillos no eran entregados a sus compañeros con acierto. Por ello, Granero decidió mover ficha dando entrada a Annunziata y a Iván Rubio por un desaparecido Señé y por Jon Erice.


Los centros que los extremos azules trataban de colgar al área eran enviados directamente fuera o a las manos de Rafa Ponzo.  La lesión de Sergio Díaz tras despejar una pelota propició la entrada de otro Sergio, Rodríguez. Tras el cambio, una rápida falta botada por el Marino, aprovechando la distracción de los azules, a punto estuvo de terminar en gol. En otra ocasión local, tuvo que ser Cervero el que impidiera el tanto.


A falta de diez minutos, una buena acción trenzada por el Real Oviedo finalizó con un centro demasiado pasado de Susaeta. Además, Annunziata, desde su entrada, fue el blanco de diversas faltas por parte de los locales. Y precisamente así, y con la alianza de la fortuna, llegó el tanto de la victoria.


Cervero no falló desde los once metros. Hugo Álvarez
El jugador canario recibió un golpe de Pablo Díaz. Susaeta y Eneko se postularon para lanzar. Fue finalmente el de Éibar el encargado de ejecutar. Su chut, envenenado al corazón del área, fue desviado por Espolita al fondo de la red de Rafa Ponzo. Si no hubiera sido el defensor local, Diego Cervero llegaba en una posición inmejorable para el remate.


Cuando todo parecía perdido, el cuadro de Carlos Granero obtuvo la victoria in extremis. Una victoria que sirve para afianzarse en la tercera plaza, antes de recibir el próximo domingo al segundo clasificado, el Real Avilés, que junto con el Zamora, convencieron en sus dos encuentros, goleando al Sporting “B” y al Celta “B” respectivamente. Una buena oportunidad la de los azules de poder demostrar que pueden salir de este bache de mal juego demostrado en los últimos tres encuentros.


GRANERO: “HAY QUE ESTAR CALLADOS, NO JUGAMOS BIEN”


El entrenador del Real Oviedo, Carlos Granero, no se mostró contento con el juego de su equipo. El valenciano aseguró en rueda de prensa que “a pesar de la victoria hay que estar callados, ya que no jugamos bien”. Por el contrario cree que su equipo “necesitaba sumar los tres puntos” en el día de ayer y opina que “fue un partido clásico de Segunda “B””. En relación a sus jugadores, aclaró que “no estaban sueltos” y considera necesario “buscar variantes”.


Finalmente, el resultado fue el positivo para los intereses del club carbayón. Granero cree que “hemos tenido la suerte que en otros partidos nos ha faltado”.

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