jueves, 17 de octubre de 2013

El balón parado da puntos al Real Oviedo



Los azules han marcado seis goles en jugadas de falta, penalti o córner
Otras dos, en rechaces de las mismas.

En una categoría como la Segunda “B” los partidos se deciden por detalles. Esa es una de las frases más utilizadas por los entrenadores de la categoría en las salas de prensa. Y que se lo digan al Real Oviedo. Las jugadas de estrategia han dado gran número de puntos al equipo carbayón, y es que, de los trece tantos anotados por los de Granero, ocho provienen de jugadas a balón parado.

Burgos comenzó la cuenta. Uno de los dos tantos fue anotado por Diego Cervero desde los once metros. A la jornada siguiente, frente a la SD Noja, otro tanto carbayón provino de la estrategia, el 1-0, por mediación de Pardo. El ex del Recreativo de Huelva marcaba con un potente cabezazo al rematar un córner.

Pardo celebra su tanto ante la SD Noja. Jonás Sánchez
Ante el Tropezón, el segundo tanto azul es fruto de múltiples rechaces al borde del área tras un saque de esquina. El cuero le cayó a Jon Erice, que puso la pelota donde el meta cántabro no pudo detenerla. Ante el Logroñés, los dos tantos están originados por sendas faltas. El primero de ellos con un acrobático remate de David Fernández, el madrileño establecía el empate a uno. Minutos después, el trallazo de Pardo remontaba el choque.

Ni ante el Ourense, ni ante el Coruxo las acciones a balón parado dieron sus frutos al conjunto azul, pero sí lo hicieron en Miramar, y por partida doble. Primero el penalti de Diego Cervero en la primera mitad y posteriormente el gol en propia de Espolita, tras el lanzamiento de falta de Néstor Susaeta.

Y la pasada jornada, ante el Real Avilés, llegaría el octavo. Tras botar una falta los carbayones, el cuero le cae a Eneko en la banda izquierda. El desborde del ex del Sabadell le permitió colgar la pelota al área para que Diego Cervero remachara a gol.

Cervero ha sido el principal beneficiado de este tipo de jugadas, con tres tantos, dos de ellos de penalti. Le sigue Pardo, con dos goles, y finalmente David Fernández, y Jon Erice, con un tanto.

La clasificación también habría cambiado si los azules hubieran desaprovechado todas estas jugadas. Se habrían perdido dos puntos en Burgos, uno ante el Noja, dos ante el Tropezón, los tres ante la Unión Deportiva Logroñés, los tres ante el Marino y dos frente al Real Avilés. De este modo,los oviedistas ocuparían puestos de descenso, con tan solo tres puntos cosechados, solamente superando al Caudal Deportivo por goalaverage.

Pero la realidad es bien distinta. La eficacia goleadora en este tipo de jugadas es bien favorable al Real Oviedo y prueba de ello son los números. Ocho goles de trece. Que la pizarra de Granero siga funcionando.

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