Los de Sarriugarte no fueron
capaces de aguantar la ventaja
Los rivales directos no perdonan
R.S.D. Alcalá: Juancho;
Cerrudo, Joselu, Stefan, Edu Ruiz; Biendi (Javi Díaz, minuto 87), Iván García
(Perea, minuto 4), Iñaki, Portilla; Rubiato (Gazapo, minuto 79) y Montero
Real Oviedo: Dani
Barrio; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Moré, Aitor Sanz (Jandro,
minuto 64), Héctor Simón (Iván Rubio, minuto 70), Javi Casares (Fran Sol,
minuto 59); Cerrajeria y Pepe Díaz
Era la ocasión propicia para dar
un golpe encima de la mesa y se desaprovechó. Lo peor, quizá la imagen que dio
el equipo, alejada de la de los tres últimos encuentros en los que los
carbayones demostraron ser un equipo conjuntado y que sabe lo que quiere. Lo
cierto es que los rivales no fallaron esta jornada, que deja un sabor aciago
para los oviedistas.
Aitor Sanz frente a Portilla. Nacho Felgueroso |
Con tres bajas importantes, y a
tenor de la convocatoria realizada por Félix Sarriugarte, no era difícil
barruntar que se jugaría con tres mediocentros, aunque con Cerrajería en la
mediapunta. Sin Cervero, Manu Busto e Íker Alegre el equipo pierde potencial
ofensivo, y más aún si solamente se sale con tres atacantes puros, como Pepe
Díaz, Casares y Xavi Moré.
La apuesta de Sarriugarte era
controlar el balón, pero el equipo estuvo impreciso y el encuentro fue más de
idas y venidas que de posesiones largas, al menos para los azules, que se mostraron,
en muchas fases, a merced de un Alcalá que quiso más que los de Sarriugarte.
El inicio del encuentro estuvo
marcado por la lesión del jugador local Portilla, que se tuvo que retirar a los
dos minutos dejando su lugar a Perea. Esto lastró la entrada en juego de los
dos equipos, pero sobre todo de los azules.
Muchas imprecisiones en los
primeros veinticinco minutos, marcados por la gran cantidad de faltas y balones
en largo jugados por ambos equipo. Sin embargo, el Alcalá llegaba más, aunque
sin inquietar a Dani Barrio, que a la postre se convertiría en protagonista del
encuentro.
Las principales ocasiones azules
fueron con chuts de Héctor Simón, que se iban desviados, y por alguna internada
en banda de Xavi Moré. Precisamente el extremo daría el pase a Cerrajería, que
sería derribado en el área por un defensor local, cometiendo un penalti claro. Xavi
cogió el cuero, y sin dudar lo colocó pegado al poste, haciendo imposible la
estirada de Juancho, que había adivinado el lado del lanzamiento.
Antes del descanso, Moré tuvo
ocasión de aumentar la ventaja, a pase de Cerrajería, pero su disparo no
encontraría portería. Héctor Simón también lo intentaría desde lejos sin
fortuna.
La segunda mitad comenzó con un
baile de tarjetas amarillas. Hasta tres en apenas diez minutos; dos para el
Real Oviedo (Aitor y Mantovani) y una para los locales (Portilla). Y en el 56
se comenzaron a consumar los minutos de la tragedia para los asturianos.
Rubiato se iba en velocidad y lograba el primero de los locales, y el tercero
del futbolista esta temporada ante el Real Oviedo, paradójicamente un tanto más
que los que el delantero logró la temporada pasada con los azules.
A los cuatro minutos, Dani Barrio
perdía la pelota y su error era aprovechado por Montero, que daba la vuelta al
encuentro. El Real Oviedo era un espejismo en el terreno de juego, y se veía
complicada la remontada a pesar de enfrentarse al penúltimo clasificado.
Fran Sol, Jandrín e Iván Rubio
entraron en el terreno de juego en lugar de Casares, Héctor Simón y Aitor Sanz,
pero el Real Oviedo no se supo sobreponer al segundo tanto de los madrileños.
De hecho, la ventaja pudo ser mayor, pues Dani Barrio desbarataba una clara
ocasión de Portilla redimiéndose del fallo anterior. También el guardameta
oviedista realizaría otra intervención de mérito ante Gazapo.
Cerrajería adelantó su posición habitual. Nacho Felgueroso |
Corría el minuto 82 cuando los
azules tuvieron la más clara. Pepe Díaz controlaba la pelota y se la cedía a
Fran Sol que chutaba raso y a las manos de Juancho. A partir de ahí, muchos
balones colgados al área, pero sin peligro claro para el guardameta del Alcalá.
Los locales perdían tiempo,
conscientes de la importancia de tres puntos clave para intentar salvar la
categoría, ya que por ejemplo, los recogepelotas se escondían, y el portero
local se
veía afectado por un repentino calambre. Ya en el tiempo de descuento,
al igual que la temporada anterior, el Real Oviedo, a balón parado, pudo anotar
el tanto del empate. Si el año pasado Manu Busto enviaba la falta al travesaño,
en esta ocasión Pepe Díaz chutaba ligeramente desviado.
Para redondear el encuentro,
Pedro Baquero era expulsado en el descuento, por lo que no estará frente al
Salamanca el próximo domingo en el Carlos Tartiere. Mala imagen de los azules
que ven como sus rivales directos ganan y bien se distancian, en el caso del
Tenerife, o se acercan, como Leganés o Fuenlabrada.
SARRIUGARTE: “ME VOY CON UN MAL SABOR DE BOCA”
El entrenador del Real Oviedo no se mostraba satisfecho por
el partido realizado por sus futbolistas y aseguraba que “no se ha visto al
equipo que todos queríamos”. Además negó que hubiera habido un Oviedo distinto
en cada parte, ya que “en la primera parte nos ha costado entrar en el partido,
y en la segunda hicimos un par de regalos que les han impulsado y ya no fuimos
capaces de igualar”.
Para Sarriugarte “si un equipo quiere ser solvente, no puede regalar estas
situaciones porque los rivales las aprovechan”. En relación al once inicial que
le vasco puso sobre el terreno de juego, asegura que optó por Cerrajería como
mediapunta por sus posibilidades de incorporarse al ataque”.
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