lunes, 4 de febrero de 2013

Dos fallos condenan al equipo. RSD Alcalá 2 – Real Oviedo 1



Los de Sarriugarte no fueron capaces de aguantar la ventaja
Los rivales directos no perdonan

R.S.D. Alcalá: Juancho; Cerrudo, Joselu, Stefan, Edu Ruiz; Biendi (Javi Díaz, minuto 87), Iván García (Perea, minuto 4), Iñaki, Portilla; Rubiato (Gazapo, minuto 79) y Montero 
Real Oviedo: Dani Barrio; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Moré, Aitor Sanz (Jandro, minuto 64), Héctor Simón (Iván Rubio, minuto 70), Javi Casares (Fran Sol, minuto 59); Cerrajeria y Pepe Díaz

Era la ocasión propicia para dar un golpe encima de la mesa y se desaprovechó. Lo peor, quizá la imagen que dio el equipo, alejada de la de los tres últimos encuentros en los que los carbayones demostraron ser un equipo conjuntado y que sabe lo que quiere. Lo cierto es que los rivales no fallaron esta jornada, que deja un sabor aciago para los oviedistas.

Aitor Sanz frente a Portilla. Nacho Felgueroso
Con tres bajas importantes, y a tenor de la convocatoria realizada por Félix Sarriugarte, no era difícil barruntar que se jugaría con tres mediocentros, aunque con Cerrajería en la mediapunta. Sin Cervero, Manu Busto e Íker Alegre el equipo pierde potencial ofensivo, y más aún si solamente se sale con tres atacantes puros, como Pepe Díaz, Casares y Xavi Moré.

La apuesta de Sarriugarte era controlar el balón, pero el equipo estuvo impreciso y el encuentro fue más de idas y venidas que de posesiones largas, al menos para los azules, que se mostraron, en muchas fases, a merced de un Alcalá que quiso más que los de Sarriugarte.

El inicio del encuentro estuvo marcado por la lesión del jugador local Portilla, que se tuvo que retirar a los dos minutos dejando su lugar a Perea. Esto lastró la entrada en juego de los dos equipos, pero sobre todo de los azules.

Muchas imprecisiones en los primeros veinticinco minutos, marcados por la gran cantidad de faltas y balones en largo jugados por ambos equipo. Sin embargo, el Alcalá llegaba más, aunque sin inquietar a Dani Barrio, que a la postre se convertiría en protagonista del encuentro.

Las principales ocasiones azules fueron con chuts de Héctor Simón, que se iban desviados, y por alguna internada en banda de Xavi Moré. Precisamente el extremo daría el pase a Cerrajería, que sería derribado en el área por un defensor local, cometiendo un penalti claro. Xavi cogió el cuero, y sin dudar lo colocó pegado al poste, haciendo imposible la estirada de Juancho, que había adivinado el lado del lanzamiento.

Antes del descanso, Moré tuvo ocasión de aumentar la ventaja, a pase de Cerrajería, pero su disparo no encontraría portería. Héctor Simón también lo intentaría desde lejos sin fortuna.

La segunda mitad comenzó con un baile de tarjetas amarillas. Hasta tres en apenas diez minutos; dos para el Real Oviedo (Aitor y Mantovani) y una para los locales (Portilla). Y en el 56 se comenzaron a consumar los minutos de la tragedia para los asturianos. Rubiato se iba en velocidad y lograba el primero de los locales, y el tercero del futbolista esta temporada ante el Real Oviedo, paradójicamente un tanto más que los que el delantero logró la temporada pasada con los azules.

A los cuatro minutos, Dani Barrio perdía la pelota y su error era aprovechado por Montero, que daba la vuelta al encuentro. El Real Oviedo era un espejismo en el terreno de juego, y se veía complicada la remontada a pesar de enfrentarse al penúltimo clasificado.

Fran Sol, Jandrín e Iván Rubio entraron en el terreno de juego en lugar de Casares, Héctor Simón y Aitor Sanz, pero el Real Oviedo no se supo sobreponer al segundo tanto de los madrileños. De hecho, la ventaja pudo ser mayor, pues Dani Barrio desbarataba una clara ocasión de Portilla redimiéndose del fallo anterior. También el guardameta oviedista realizaría otra intervención de mérito ante Gazapo.

Cerrajería adelantó su posición habitual. Nacho Felgueroso
Corría el minuto 82 cuando los azules tuvieron la más clara. Pepe Díaz controlaba la pelota y se la cedía a Fran Sol que chutaba raso y a las manos de Juancho. A partir de ahí, muchos balones colgados al área, pero sin peligro claro para el guardameta del Alcalá.

Los locales perdían tiempo, conscientes de la importancia de tres puntos clave para intentar salvar la categoría, ya que por ejemplo, los recogepelotas se escondían, y el portero local se 
veía afectado por un repentino calambre. Ya en el tiempo de descuento, al igual que la temporada anterior, el Real Oviedo, a balón parado, pudo anotar el tanto del empate. Si el año pasado Manu Busto enviaba la falta al travesaño, en esta ocasión Pepe Díaz chutaba ligeramente desviado.

Para redondear el encuentro, Pedro Baquero era expulsado en el descuento, por lo que no estará frente al Salamanca el próximo domingo en el Carlos Tartiere. Mala imagen de los azules que ven como sus rivales directos ganan y bien se distancian, en el caso del Tenerife, o se acercan, como Leganés o Fuenlabrada.

SARRIUGARTE: “ME VOY CON UN MAL SABOR DE BOCA”

El entrenador del Real Oviedo no se mostraba satisfecho por el partido realizado por sus futbolistas y aseguraba que “no se ha visto al equipo que todos queríamos”. Además negó que hubiera habido un Oviedo distinto en cada parte, ya que “en la primera parte nos ha costado entrar en el partido, y en la segunda hicimos un par de regalos que les han impulsado y ya no fuimos capaces de igualar”.

Para Sarriugarte “si un equipo  quiere ser solvente, no puede regalar estas situaciones porque los rivales las aprovechan”. En relación al once inicial que le vasco puso sobre el terreno de juego, asegura que optó por Cerrajería como mediapunta por sus  posibilidades de incorporarse al ataque”.

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