lunes, 25 de febrero de 2013

Remontada … y gracias. Real Oviedo 2 – Rayo Vallecano “B” 1


Los azules dieron la vuelta al marcador en un mal encuentro
Parte del Tartiere volvió a pedir la dimisión del míster


Real Oviedo: Dani Barrio; David Fernández, Mantovani (Javi Cantero, minuto 59), Baquero, Álvaro; Xavi Moré, Aitor Sanz, Héctor Simón (Cerrajería, minuto 72), Iker Alegre (Fran Sol, minuto 59); Casares y Pepe Díaz


Rayo Vallecano B: Isma; Owusu, Alcañiz, Gabri, Mario; Nono, Cuerva, Nana, Perea (Nanclares, minuto 79); Dalmau (Juanito, minuto 86) y Jorge Sáez

Lo habíamos dicho la semana pasada. El Real Oviedo no remontaba un encuentro desde septiembre de 2011, al equipo le costaba dar la vuelta al marcador. Hasta ayer. Los azules por fin dieron la vuelta al marcador, aunque no fuera en un partido muy vistoso. El juego de los carbayones no se caracterizó por la calidad ni por la precisión, todo ello ayudado por un lamentable estado del terreno de juego.


Mejor en la segunda mitad que en la primera, cuando los azules atacaban en la mitad del terreno de juego “menos mala”. Sin embargo, los de Sarriugarte cometieron muchos errores de bulto, tanto en ataque como en defensa, y a punto estuvieron de costarle el partido. Lejos de ver al mejor Real Oviedo de la temporada, el equipo se pareció más al del Alcalá y Arona que al de otras citas azules.


Xavi Moré lanza el penalti. @RealOviedoFC
El Tartiere recibía a los suyos entre silbidos, recordando a los futbolistas dónde están y la exigencia de un club como el Real Oviedo, donde dos tropiezos seguidos ante último y antepenúltimo no se permiten. No se ponían las cosas muy de cara cuando Mantovani veía a los doce minutos de juego una cartulina amarilla. Hay que decir que el colegiado López Parra no estuvo por lo general muy acertado en sus decisiones.


Estos primeros compases se caracterizaban por un Real Oviedo que quería llegar y no podía, y es que el equipo acusó la falta de un delantero centro de referencia, pues Pepe Díaz era el hombre más adelantado del conjunto azul, y a él iban todos los balones, tanto por abajo como por arriba, en ocasiones inalcanzables para el andaluz.


De lo más acertado en la primera mitad en el Real Oviedo fue un Héctor Simón que comienza a gustarse en el Tartiere, a pesar del césped, y que demuestra detalles de jugador de otra categoría. Buenos pases y disparos desde lejos que a veces encuentran puerta como la semana pasada en Canarias.


Sin embargo, en el minuto 21 se consumó la desgracia. Una falta lateral concedida por Mantovani era aprovechada por los rayistas para adelantarse en el marcador. Gabri, de cabeza, tras centro de Perea, anotaba el tanto madrileño ante la pasividad de la defensa azul, puesto que hasta tres jugadores vallecanos se hallaban libres de marca. El público del Tartiere llegó a reclamar fuera de juego en esa acción, y los ánimos del respetable comenzaban a encenderse.


Poco después, Perea lo volvería a intentar, su chut era detenido en dos tiempos por Barrio, despejando la pelota en segunda instancia, dando lugar a otra ocasión del filial rayista, que en esos momentos era mejor que el Oviedo. El público seguía enfadado con su equipo. 


En el minuto 31 el Real Oviedo tuvo la más clara en las botas de Pepe Díaz. El cordobés se plantó solo delante de Isma Gil, quien logró evitar el tanto con una salida. Pepe Díaz había aprovechado el pase en profundidad de Héctor Simón. Otras ocasiones azules antes de que López Parra decretase el final de una mala primera parte azul fueron obra de Javi Casares y Héctor Simón desde lejos, ambas sin encontrar fortuna. El propio mediocentro catalán gozaría de otra ocasión antes del descanso, tras lanzar una falta desde la frontal que Isma Gil despejaría de puños y con apuros.  Los rayistas también pudieron aumentar su ventaja antes del intermedio, siendo Perea el hombre que más peligro crearía a la meta de Dani Barrio.


La segunda parte supuso un cambio en el Real Oviedo. Quizá por el mejor estado del césped o quizá por la necesidad de verse obligados a ganar para no caer hasta la cuarta plaza, los azules mostraron más coraje que en los primeros cuarenta y cinco minutos, y cuando las ganas se equiparan a las del rival, es la calidad quien decide el encuentro.


Eso sí, las dos primeras ocasiones del segundo tiempo fueron para los madrileños, con sendas faltas botadas por Perea. Xavi Moré era más peligroso por su banda, y el conjunto parecía estar más entonado. Prueba de ello fue la ocasión de la que gozaría Iker Alegre, y minutos más tarde la contra de la que gozaría el Oviedo, y que a punto estuvo de ser culminada por Héctor Simón, cuando el balón, muerto al borde del área, se quedó en el barro.


El empujón más decisivo para el cambio del Real Oviedo fue la doble sustitución que Sarriugarte introdujo. Mantovani, con amarilla desde el minuto 12, y con riesgo de ser expulsado,  dejaba su sitio a Javi Cantero. Y Fran Sol entraba por Iker Alegre, pasando Javi Casares a la banda y Pepe Díaz a la mediapunta, con una mayor libertad de movimientos. Fue ahí cuando el atacante, con una referencia arriba, comenzó a crear verdadero peligro.


Pepe Díaz derribado. @RealOviedoFC
El propio Pepe Díaz avisaba con un disparo desde fuera del área, que Isma desviaba a córner. Pero acto seguido el filial del Rayo gozaría de una gran ocasión, desbaratada por Dani Barrio, al anticiparse al pase de la muerte de los dos jugadores rayistas. Al minuto, Pepe Díaz sí que vería puerta. Su chut, en el 62, cambiaría de trayectoria debido al mal estado del césped y despistó a Isma Gil. Era el empate para los ovetenses, que querían más.


Barrio seguía activo, frenando las contras de los vallecanos, que comenzaban a dar por bueno el empate. A falta de quince minutos, un sector de la grada comenzó a corear “Sarriugarte, dimisión”, decepcionados por el pobre juego que estaba mostrando el equipo ante el antepenúltimo clasificado.


A todo esto el equipo lo seguía intentando. La entrada de Cerrajería por un agotado Héctor Simón dio aire fresco al equipo, que creció, y esta vez sí que murió en el área rival. Tras el chut Sol, nadie llegaba al rechace, pero la mentalidad de los azules era encontrar puerta. Cerrajería lanzaba desde lejos, sin fortuna, al igual que el cabezazo de Javi Cantero tras un córner. En la grada, los gritos contra el entrenador seguían.


Y a todo esto, en una de las últimas jugadas, tras un barullo en el área, Pepe Díaz es derribado por Owusu, señalando el árbitro penalti. Xavi Moré, se resarció del error ante el Marino anotando desde el punto fatídico y permitiendo que los tres puntos se quedaran en casa. El Real Oviedo remontaba al fin un partido, cosa que no ocurría desde hacía más de un año, hecho celebrado por la grada. Eso sí, también pidiendo la dimisión del entrenador.


SARRIUGARTE: “¿POR QUÉ TENEMOS QUE SER PRIMEROS?”


La mayor parte de la rueda de prensa del entrenador azul estuvo centrada en torno a los gritos que pedían su dimisión. No obstante, el técnico aludió al comienzo a lo difícil del triunfo, ya que para él “en esta liga no hay victorias fáciles”. Además, para Sarriugarte, al equipo le costó entrar en el partido, “aunque tras el descanso, y con los cambios, se ha reactivado”.


En relación a la reacción del público, el entrenador volvió a echar balones fuera. “Me preocupa que nos exijan ser primeros, tal y como hacían otros años, y todos sabemos qué ocurrió”. Por eso el míster le da “mucho valor a la actual clasificación del equipo” y desconoce “en base a qué tenemos que pensar que sólo nos sirve quedar primeros. La trayectoria deportiva del Real Oviedo es los últimos diez años está ahí y únicamente ha jugado una promoción de ascenso a Segunda División, mientras que el Tenerife jugó una campaña en Segunda B y acabó segundo, mientras que el Leganés disputó varias promociones de ascenso.” 
El entrenador reconoció que “está claro que podemos jugar mucho mejor, pero no es fácil para nadie, tampoco para el Real Oviedo”, y volvió a aludir a temporadas pasadas, como ya hiciera en otras ocasiones.


Sarriugarte, cuestionado. @RealOviedoFC
Además, afirmó que la presión del primer puesto puede suponer una excesiva presión para sus pupilos, ya que “estamos permanentemente frutados porque no vamos primeros, aunque yo me baso en la trayectoria del equipo y no lo estoy”, y remató, con cierto toque de ironía que “A mí nadie me dijo que sólo valía quedar primeros, aunque sí ahora es así habrá que aceptarlo...”


Los periodistas allí presentes le comentaban que la aspiración del equipo, con los refuerzos invernales, debe ser máxima, algo que el míster no negó, pero volvió a aludir a la situación de inestabilidad vivida en verano, tachando de mentirosos a aquellos que dicen que cuenta con más medios que otros entrenadores del Real Oviedo, puesto que para Félix Sarriugarte “eso que se quiere transmitir que he tenido más medios que los demás es rotundamente falso”.



Declaraciones polémicas las del entrenador azul en sala de prensa, que ve como su equipo se pone segundo siguiendo la estela del Tenerife, que mantiene una ventaja de ocho puntos de diferencia. Pero como ahora no es necesario mirar al primer puesto, el Leganés tercero está a un punto, el Coruxo, cuarto a dos y el Fuenlabrada, quinto, a tres.

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