Rubiato y la maldición de los exoviedistas

El jugador madrileño podría marcar a su antiguo equipo con dos conjuntos diferentes a lo largo de la temporada

Ya anotó los dos tantos al Real Oviedo con el Zamora

Dicen los oviedistas que el suyo no es un club normal. Que si algo puede salir mal, así será. Y en esa espiral de infortunios, al menos en lo deportivo, llevan viviendo ya al menos diez años. Entre una de esas maldiciones está la de los exjugadores azules, que siempre suelen ser los encargados de anotar los goles a su equipo siempre que se produce un enfrentamiento ante el Real Oviedo.

Ocurrió, por ejemplo, en la temporada 96/97, cuando Prosinecki metió los dos tantos de un Sevilla que se imponía a los azules en el descuento en el Pizjuán, o cuando Oli visitaba el Tartiere con el Betis en la temporada 98/99. En tiempos más cercanos, Diego Cervero perforó la puerta de Aulestia con el UD Logroñés en un par de ocasiones, y Jorge Perona anotaba el año pasado un amargo hattrick que dejaba a los asturianos prácticamente sin opciones de playoff.

Rubiato celebra un gol con el Real Oviedo. Jonás Sánchez

Remontándonos a esta temporada, el gol del Caudal en el descuento fue obra de Nacho Méndez, jugador que salió por la puerta de atrás del Real Oviedo. Y sin duda, el caso más relevante fue el de Borja Rubiato, quien en la primera vuelta anotaba los dos tantos del Zamora ante el que fuera su equipo las dos anteriores campañas.

Lo curioso fue que el futbolista madrileño solamente había anotado siete goles a lo largo de esos dos años. Los dos tantos ante los azules suponían el cuarto y el quinto gol respectivamente en la cuenta del delantero, que a día de hoy suma nueve dianas.

El futbolista, que será recordado por su entrega, pero también por su clamoroso fallo en Tenerife, cambió de equipo en el mercado invernal. El Zamora, que no pasa por buenos momentos económicos, le concedió la carta de libertad a cambio de que perdonara las cantidades adeudadas. A pesar de tener ofertas de otros equipos más relevantes, Rubiato se decidió finalmente por la RSD Alcalá, para estar cerca de su familia.

Desde su llegada al equipo madrileño ya ha anotado un gol. Fue de penalti ante el Marino de Luanco. Se admiten apuestas sobre el próximo equipo al que le marcará gol, pero por si la diosa Fortuna vuelve a hacer de las suyas, los de Sarriugarte tratarán de hacer al menos dos goles en el Municipal de El Val.