jueves, 4 de abril de 2013

Y sin embargo hay fútbol


El Real Oviedo todavía no ha perdido en coincidiendo con una fiesta de aniversario
Sin embargo, ha habido algunas decepciones, como contra Ceares y Guijuelo

“Y sin embargo, se mueve”, así Galileo Galilei se expresaba ante el Tribunal de la Inquisición tras retractarse de la teoría de que la Tierra se movía alrededor del Sol. Y algo parecido se debe pensar en el Real Oviedo con todo el ambiente festivo que le rodea estos días. Y sin embargo hay partido.


Tras una semana de celebraciones, a la que ya nos hemos referido, y que se culminará con una gran fiesta el domingo, desde las doce de la mañana en el aparcamiento del Carlos Tartiere. Un gran esfuerzo de la organización dedicado a que los oviedistas pasen un día inolvidable. Con un sabor más internacional que nunca, no se debe olvidar que a las 18:45 comienza a rodar la pelota, y que el Atlético “B” es un equipo peligroso.
El Real Oviedo no falló la campaña pasada.
Jonás Sánchez


Qué mejor forma de redondear un fin de semana mágico, místico, que con una victoria de los azules frente a su afición. Y es que solamente hay que repasar la hemeroteca para darse cuenta que en estos encuentros, el Real Oviedo no ha perdido nunca. Pero sin embargo se ha llevado chascos importantes.


Por ejemplo, el primer año que se llevo a cabo esta iniciativa, en 2008, el Real Oviedo empataba a un gol contra el Ceares en el Carlos Tartiere. Era la jornada 32 de liga de Tercera División, y Diego Cervero adelantaba a los carbayones de penalti. A punto de finalizar el encuentro, Prendes empataba para los gijoneses, siendo el tercer empate que el Real Oviedo cedía en su casa.


Al año siguiente, más centrados en conseguir el ascenso a 2ªB, la fiesta no se celebró. Pero el primer partido que se jugó en el Tartiere tras cumplir 83 años fue precisamente ante el Ceares, y el resultado tenía cierta sensación de venganza. Los carbayones les hicieron un siete a su rival, con cuatro tantos de Diego Cervero.


En la 2009/2010, ya en Segunda “B”, se retomó la celebración en el parking. El encuentro de después, frente al Real Madrid Castilla, se saldó con victoria azul por dos goles a uno. Pelayo, con dos tantos en el minuto 11 y en el 42 ponía por delante a los azules. Fueron ambos en dos jugadas a balón parado, un córner y una falta, ambas botadas por Manu Busto, y también con una mala actuación del ahora guardameta del primer equipo madridista Adán. En el 80, Mateos acortaría distancias.


Ante el Guijuelo, Busto falló un penalti y se empató.
Jonás Sánchez
Al año siguiente, el Guijuelo rompió la racha de Pacheta en el Tartiere. Con un empate a dos, ante un rival en teoría inferior, los azules se volvían a ir con un sabor agridulce, a pesar de que López Ramos marcara en el 88. Antes Manu Busto había adelantado a los azules en el 45, tras haber fallado un penalti. En la segunda parte, los salmantinos dieron la vuelta al encuentro con goles de Torres y Joselito remontaron el encuentro. Además, en ese partido, el colegiado Iglesias Villanueva, no estuvo muy acertado, y entre otros errores, expulsó a César Negredo en el minuto 40 de partido.


Y por último, sí que se guarda grato recuerdo de la fiesta de aniversario de la temporada pasada. Tras la celebración de los 86 años de historia de los azules, el equipo cumplió ante el Albacete Balompié, venciendo por un gol a cero, tanto de Pelayo. El ambiente ese día en el estadio recordó al de las grandes citas, y casi 15.000 personas poblaron el estadio azul. Esa victoria, frente a uno de los rivales directos, alimentaba las opciones de clasificarse para playoff, opciones que se echaron por tierra tras perder puntos contra equipos de la zona baja.


El domingo, el encuentro se antoja vital para los intereses azules. Una victoria ante el filial del Atlético permitiría ir aclarando la clasificación para la promoción de ascenso. Además, a las 12 de la mañana, para los que aún mantengan las esperanzas, el CD Tenerife viaja al Principado para medirse al Marino de Luanco. Una victoria en Miramar por parte de los de Quirós, sumado a un resultado idéntico por la tarde en el Tartiere, harían poner un broche de oro a una de las mayores fiestas que el oviedismo habrá vivido en los últimos años.

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