El Real Oviedo se mide el sábado
ante el Sporting “B” para tratar de enmendar una de las derrotas más dolorosas
de su historia
Los azules cayeron por 4-1 en El
Molinón
En el mundo del fútbol hay cosas
que duelen, y después está lo que le pasó al Real Oviedo el pasado 6 de enero
en El Molinón. Corría una fría tarde en el mes de enero, concretamente el día
en que los Reyes Magos han dejado regalos y sonrisas en casa de los niños.
Pero aquel día el Real Oviedo
también dejó su regalo en el campo del eterno rival, para sufrir una de las
derrotas que más le han dolido en sus 87 años de historia. Los oviedistas
perdieron por 4 goles a 1 contra no ya su máximo rival, sino su filial. El
equipo que por entonces dirigía Sarriugarte ponía así fin a su mejor racha en
toda la temporada. Con
esta derrota tan apabullante.
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Partido de la temporada pasada. Jonás Sánchez |
A pesar de caer en Gijón, al
descanso el cuadro carbayón iba ganando por un gol a cero. Cervero, en una
jugada con Javi Casares, adelantaba a los azules. Sin embargo, a la vuelta del
descanso, el resultado cayó como un jarro de agua fría, y Guerrero, canterazo del
Albacete hasta el año 2011, le hacía cuatro a los oviedistas.
Pensar en un Real Oviedo –
Sporting “B” hace poco más de una década se hacía imposible, pero las
circunstancias del fútbol, más bien del mundo que rodea al fútbol, lo hicieron
posible. Además, no es la primera vez que se pierde contra este filial, con la
consecuente mezcla de rabia y tristeza que acarrea a los aficionados del Real
Oviedo.
Si además tenemos en cuenta que
el equipo gijonés compró su plaza en 2ªB por una suma cercana a los 400.000
euros (el año que el primer equipo terminó bajando a Segunda), esta derrota
duele aún más, ya que se produce contra un conjunto que no se encuentra en la
categoría por méritos deportivos.
De todos modos, en el día de mañana,
el conjunto que ahora entrena José Carlos Granero podrá resarcirse de la
afrenta sufrida en la primera vuelta. Aunque con las miras puestas en el
partido de playoff de la semana siguiente, es seguro que el técnico azul sabrá
insuflar a los jugadores la dosis de tensión que necesitan para dejar un buen
sabor de boca en la última jornada de liga regular.
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