lunes, 17 de junio de 2013

Una eliminatoria complicada



El Real Oviedo no dio sensación de equipo sólido en los dos encuentros
El pase se escapó más en el Tartiere que en Ipurúa

El Real Oviedo se enfrentó al mejor de los cuatro segundos de toda la categoría. El Eibar era el peor rival que podía tocar al conjunto carbayón, y los peores presagios se cumplieron. El cuadro que dirige Carlos Granero se quedó fuera de la lucha por el ascenso. Los armeros siguen adelante.

El Real Oviedo llegaba con la moral por las nubes. Había eliminado al Albacete, a pesar de ser inferiores en el partido de vuelta. La primera piedra para lograr el ascenso de categoría se había puesto. Sin embargo, el Eibar tampoco era una perita en dulce. El encuentro en el Carlos Tartiere dictó sentencia en lo relativo a la eliminatoria.

El Tartiere fue clave en la eliminatoria. Jonás Sánchez
Los carbayones se adelantaban con un gol de Aitor Sanz desde fuera del  área, y en la primera mitad impusieron su dominio. El balance habría sido distinto si Javi Casares o Xavi Moré hubieran acertado al menos una de las dos ocasiones que marraron antes de que el colegiado Román Román señalase el final de los primeros cuarenta y cinco minutos. El desacierto del andaluz o el paradón de Irureta ante el disparo de Moré fueron esos detalles que deciden este tipo de encuentros.

En la segunda parte, el Eibar se vino arriba y empató el encuentro. Con el Real Oviedo arriesgando en exceso, los vascos lograron el segundo en los minutos finales del partido. Fue con ese tanto cuando las posibilidades del pase azul se vieron reducidas. Con un empate a un tanto en el Tartiere, las cosas hubieran sido bien distintas en el encuentro de vuelta.  Los planteamientos de ambos entrenadores habrían variado.

En Ipurúa el Real Oviedo no dio sensación de salir a morder, no compitió en ningún instante del partido, ya que como señalábamos en la crónica de ayer, no se tiró entre los tres palos.  Por su parte, los armeros pudieron aumentar la ventaja en varias ocasiones, como por ejemplo con el larguero en la primera mitad o con el mano a mano que Orlando Quintana le saca magistralmente a Mainz.

A pesar de no pasar la eliminatoria, no se puede reprochar nada al equipo. Los jugadores no pudieron con un equipo mejor en cuanto a calidad ya que en intensidad y en compromiso ambos conjuntos estuvieron igualados. De este modo, los factores futbolísticos fueron los que dictaminaron que el mejor equipo sea el que tenga opciones de pelear por el ascenso de categoría.

En Oviedo habrá que tomar varias decisiones de cara a la próxima temporada, para ver si en esta ocasión la 2013/2014 es la definitiva a la hora de abandonar de una vez por todas la Segunda División “B”.

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