El conjunto carbayón avanza a la
siguiente ronda pese a perder 2-1
Más de dos mil oviedistas
arroparon a su equipo
Albacete Balompié: Campos; Alba,
Noguerol, Nuñez, Gil; Tete, Rocha, Ortiz, Jorge Díaz; Sergio Molina y Calle
Real Oviedo: Orlando Quintana;
David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Moré (Fran Sol, minuto 82), Aitor
Sanz, Héctor Simón, Casares (Iván Rubio, minuto 84); Manu Busto (Señé, minuto
67) y Cervero
El Real Oviedo consiguió el pase
a la semifinal del playoff de ascenso por el valor doble de los goles fuera de
casa. El conjunto de Carlos Granero sufrió para mantener el resultado ante un
Albacete que estuvo más acertado que los oviedistas, pero que gracias a la
actuación de Orlando Quintana y al gol de Manu Busto, se quedó en el camino.
Los manchegos tuvieron varias ocasiones a lo largo del encuentro para dar la
vuelta a la eliminatoria, pero el mayor acierto de los azules hizo que los más
de dos mil desplazados no regresaran a sus casas entre lágrimas.
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Aitor Sanz pelea una pelota. Jonás Sánchez |
El partido comenzaba con un Real
Oviedo acusando los nervios de las grandes ocasiones. El Albacete quería
imponer su ritmo al inicio del partido y se prodigaba en exceso por el área de
Orlando Quintana. Las ocasiones se sucedían, en primer lugar Tete, y después
Sergio Molina, cuyo chut se iba por encima del travesaño.
El conjunto local llevaba las
riendas, y los azules solamente llegaban de manera tímida. No conseguían
trenzar jugadas, a pesar del chut aislado de Héctor Simón que se iba fuera. Por
parte del equipo asturiano, solamente Javi Casares creaba sensación de peligro
cada vez que recibía, mientras que Orlando Quintana demostraba ser un portento
por alto.
Atrás quedaba el gran partido de
Mantovani en Oviedo. En el encuentro de ayer, los delanteros rivales le ganaban
la espalda en cada carrera. Los oviedistas, espoleados por sus seguidores,
comenzaban a controlar la pelota a partir de la media hora de partido, cuando
el ritmo del Albacete comenzaba a menguar. Entonces, Manu Busto pudo marcar, al
igual que Héctor Simón, quien en el minuto 44 intentó emular el tanto del
encuentro de ida.
La primera parte concluía así con
el cuadro de Carlos Granero aguantando el aluvión de ocasiones creadas por el
Albacete. No sería así en la segunda mitad, cuando tras un córner, mal
defendido por los azules, calle remataba casi sin oposición en el primer palo. El
tanto de cabeza del nueve del cuadro manchego empataba la eliminatoria
momentáneamente y caía como un jarro de agua fría a los seguidores azules.
Sin embargo, la reacción no se
hizo esperar. Tan solo tres minutos más tarde, en el 55, Manu Busto controlaba
en la frontal un pase de Casares. Tras amagar, el cántabro chutó ajustado al
palo, y el balón, raso, se introducía en la meta defendida por Campos. El
Albacete necesitaría dos goles para superar al Real Oviedo.
Sampedro movía fichas y sustituía
a Molina por un Víctor Curto que había estado renqueante toda la semana. En el
minuto 63, los locales tendrían otra ocasión clarísima. Rocha se plantaba solo
ante Orlando Quintana, sin embargo, el guardameta canario lograba atajar el chut
del centrocampista albaceteño. El portero del Real Oviedo se erigía como la
figura salvadora de su equipo evitando el desastre.
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Casares trata de irse de dos rivales. Jonás Sánchez |
Sin embargo, en el minuto 69,
Mantovani cometía un penalti claro sobre Jorge Díaz. Calle fue el encargado de
transformarlo. Su chut, pegado al palo derecho de la portería de Quintana, a
punto estuvo de ser atajado por el portero azul. Quedaban por delante veinte
minutos de sufrimiento para el cuadro asturiano.
Aunque poco después de sacar de
centro, Señé, que había ocupado el puesto de Manu Busto, pudo haber sentenciado
la eliminatoria. El catalán tardó más de la cuenta en chutar en su uno contra
uno, y de ese modo, Campos atajaba la pelota.
Los albaceteños gozaron en ese
tiempo de varias ocasiones, entre ellas, un remate de Curto tras un saque de
esquina, que se iba alto debido a que el albaceteño picaba demasiado la pelota.
El cuadro manchego se lanzaba al ataque, quemando todas sus naves, puesto que
el exoviedista Martins saltaba al terreno de juego.
Muchos aficionados carbayones no
querían ni mirar al partido, pero el cuadro de Granero consiguió aguantar el
resultado hasta el final. Pese a haber perdido el encuentro, siguen vivos en la
lucha por el ascenso. El siguiente rival será el Eibar. Sin embargo, cuando el
colegiado decretó el final del partido, una pequeña fiesta se desató en las
gradas del Belmonte, fiesta a la que incluso se unieron algunos futbolistas que
saltaron al terreno de juego a petición de los más de dos mil oviedistas allí
presentes.
GRANERO: “ LO DE NUESTRA AFICIÓN
ES IMPRESIONANTE”
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Los jugadores saludan a la afición. Jonás Sánchez |
El míster azul sufrió de lo lindo
en el banquillo del Belmonte, aunque advertía en sala de prensa que “esperaba
un equipo así”. Granero aseguró que “hubo intensidad siempre, porque fue un
partido muy disputado, con mucha tensión”, por lo que cree difícil hablar de
calidad en este tipo de encuentros. Para el entrenador del Real Oviedo, las
jugadas a balón parado decantaron el choque para el Albacete, aunque asegura
que “ha sido un partido de detalles, que se rompió en la segunda mitad”.
Granero volvió a tener palabras
de alabanza para la afición del club, “lo de nuestros seguidores es
impresionante, e incluso nos han
obligado a salir otra vez al terreno de juego”. El entrenador azul no temió por el resultado
en ningún momento y vivió un partido “muy tranquilo, porque sabía que con el
balón en juego no nos iban a hacer mucho peligro, porque ellos recurrieron a
jugadas a la espalda de nuestros defensas, pese a que Curto, con su calidad es
capaz de cambiarlo todo”.
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