lunes, 3 de junio de 2013

Sufrimiento y pase. Albacete 2 – Real Oviedo 1



El conjunto carbayón avanza a la siguiente ronda pese a perder 2-1
Más de dos mil oviedistas arroparon a su equipo

Albacete Balompié: Campos; Alba, Noguerol, Nuñez, Gil; Tete, Rocha, Ortiz, Jorge Díaz; Sergio Molina y Calle

Real Oviedo: Orlando Quintana; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Moré (Fran Sol, minuto 82), Aitor Sanz, Héctor Simón, Casares (Iván Rubio, minuto 84); Manu Busto (Señé, minuto 67) y Cervero

El Real Oviedo consiguió el pase a la semifinal del playoff de ascenso por el valor doble de los goles fuera de casa. El conjunto de Carlos Granero sufrió para mantener el resultado ante un Albacete que estuvo más acertado que los oviedistas, pero que gracias a la actuación de Orlando Quintana y al gol de Manu Busto, se quedó en el camino. Los manchegos tuvieron varias ocasiones a lo largo del encuentro para dar la vuelta a la eliminatoria, pero el mayor acierto de los azules hizo que los más de dos mil desplazados no regresaran a sus casas entre lágrimas.

Aitor Sanz pelea una pelota. Jonás Sánchez
El partido comenzaba con un Real Oviedo acusando los nervios de las grandes ocasiones. El Albacete quería imponer su ritmo al inicio del partido y se prodigaba en exceso por el área de Orlando Quintana. Las ocasiones se sucedían, en primer lugar Tete, y después Sergio Molina, cuyo chut se iba por encima del travesaño.

El conjunto local llevaba las riendas, y los azules solamente llegaban de manera tímida. No conseguían trenzar jugadas, a pesar del chut aislado de Héctor Simón que se iba fuera. Por parte del equipo asturiano, solamente Javi Casares creaba sensación de peligro cada vez que recibía, mientras que Orlando Quintana demostraba ser un portento por alto.

Atrás quedaba el gran partido de Mantovani en Oviedo. En el encuentro de ayer, los delanteros rivales le ganaban la espalda en cada carrera. Los oviedistas, espoleados por sus seguidores, comenzaban a controlar la pelota a partir de la media hora de partido, cuando el ritmo del Albacete comenzaba a menguar. Entonces, Manu Busto pudo marcar, al igual que Héctor Simón, quien en el minuto 44 intentó emular el tanto del encuentro de ida.

La primera parte concluía así con el cuadro de Carlos Granero aguantando el aluvión de ocasiones creadas por el Albacete. No sería así en la segunda mitad, cuando tras un córner, mal defendido por los azules, calle remataba casi sin oposición en el primer palo. El tanto de cabeza del nueve del cuadro manchego empataba la eliminatoria momentáneamente y caía como un jarro de agua fría a los seguidores azules.

Sin embargo, la reacción no se hizo esperar. Tan solo tres minutos más tarde, en el 55, Manu Busto controlaba en la frontal un pase de Casares. Tras amagar, el cántabro chutó ajustado al palo, y el balón, raso, se introducía en la meta defendida por Campos. El Albacete necesitaría dos goles para superar al Real Oviedo.

Sampedro movía fichas y sustituía a Molina por un Víctor Curto que había estado renqueante toda la semana. En el minuto 63, los locales tendrían otra ocasión clarísima. Rocha se plantaba solo ante Orlando Quintana, sin embargo, el guardameta canario lograba atajar el chut del centrocampista albaceteño. El portero del Real Oviedo se erigía como la figura salvadora de su equipo evitando el desastre.
Casares trata de irse de dos rivales. Jonás Sánchez

Sin embargo, en el minuto 69, Mantovani cometía un penalti claro sobre Jorge Díaz. Calle fue el encargado de transformarlo. Su chut, pegado al palo derecho de la portería de Quintana, a punto estuvo de ser atajado por el portero azul. Quedaban por delante veinte minutos de sufrimiento para el cuadro asturiano.

Aunque poco después de sacar de centro, Señé, que había ocupado el puesto de Manu Busto, pudo haber sentenciado la eliminatoria. El catalán tardó más de la cuenta en chutar en su uno contra uno, y de ese modo, Campos atajaba la pelota.

Los albaceteños gozaron en ese tiempo de varias ocasiones, entre ellas, un remate de Curto tras un saque de esquina, que se iba alto debido a que el albaceteño picaba demasiado la pelota. El cuadro manchego se lanzaba al ataque, quemando todas sus naves, puesto que el exoviedista Martins saltaba al terreno de juego.

Muchos aficionados carbayones no querían ni mirar al partido, pero el cuadro de Granero consiguió aguantar el resultado hasta el final. Pese a haber perdido el encuentro, siguen vivos en la lucha por el ascenso. El siguiente rival será el Eibar. Sin embargo, cuando el colegiado decretó el final del partido, una pequeña fiesta se desató en las gradas del Belmonte, fiesta a la que incluso se unieron algunos futbolistas que saltaron al terreno de juego a petición de los más de dos mil oviedistas allí presentes.

GRANERO: “ LO DE NUESTRA AFICIÓN ES IMPRESIONANTE”

Los jugadores saludan a la afición. Jonás Sánchez
El míster azul sufrió de lo lindo en el banquillo del Belmonte, aunque advertía en sala de prensa que “esperaba un equipo así”. Granero aseguró que “hubo intensidad siempre, porque fue un partido muy disputado, con mucha tensión”, por lo que cree difícil hablar de calidad en este tipo de encuentros. Para el entrenador del Real Oviedo, las jugadas a balón parado decantaron el choque para el Albacete, aunque asegura que “ha sido un partido de detalles, que se rompió en la segunda mitad”.


Granero volvió a tener palabras de alabanza para la afición del club, “lo de nuestros seguidores es impresionante, e  incluso nos han obligado a salir otra vez al terreno de juego”.  El entrenador azul no temió por el resultado en ningún momento y vivió un partido “muy tranquilo, porque sabía que con el balón en juego no nos iban a hacer mucho peligro, porque ellos recurrieron a jugadas a la espalda de nuestros defensas, pese a que Curto, con su calidad es capaz de cambiarlo todo”.

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