El Real Oviedo eliminaba hace 365
días al Albacete Balompié
Los manchegos a Segunda celebraron
el ascenso la semana pasada
Más de mil oviedistas en las
gradas del Carlos Belmonte. Un domingo y a las siete de la tarde. El Real
Oviedo buscaba hacer buena la renta de un gol a cero obtenida la semana
anterior en el Carlos Tartiere. La ilusión estaba por las nubes y los
carbayones creían en el ascenso. El equipo azul se había clasificado como
tercero y el bombo señaló que su primer rival sería el Albacete. Hoy hace un
año de la última alegría deportiva del oviedismo.
Carlos Granero decidió formar con
Orlando; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro Cuello; Aitor Sanz, Héctor
Simón; Xavi Moré, Manu Busto, Javi Casares y Diego Cervero. El mismo once que
la semana anterior había vencido en el primer envite. La lesión de Galder
Cerrajería era el único lastre en el equipo carbayón.
Manu Busto celebra el gol en el Carlos Belmonte. Jonás Sánchez |
El choque no tenía nada de sencillo
para el Real Oviedo. Pero allí estaba la
incansable afición para llevarles en volandas. La primera parte no acarreó
peligro para ninguno de los dos guardametas, pero el domino era manchego. Un
dominio que se materializó en la segunda mitad cuando Calle batía a Orlando Quintana.
Tras el saque de un córner
Era el minuto 53 y el Real Oviedo
quedaba muy tocado tras ese gol. Muy tocado, pero no hundido. En una de las
pocas acometidas ofensivas de los de Carlos Granero en la segunda mitad, y tan
solo tres minutos después del tanto local, Manu Busto empataba el partido. El
cántabro se aprovechaba de un balón recibido por parte de Javi Casares. Busto
colocaba el esférico pegado al palo cercano al portero y empataba el partido,
dándole medio pase al conjunto azul.
No todo estaba dicho, puesto que
en el 67, una internada en el área del uruguayo Jorge Díaz culminaba con un
derribo de Mantovani. Calle ajustó el lanzamiento al palo izquierdo de un
Orlando Quintana que le había adivinado la intención al delantero del Albacete.
No fue suficiente. 2-1 y a sufrir hasta el final del choque.
Los nervios a flor de piel en la
grada azul y las ocasiones se sucedían para el Albacete. Sin embargo, Señé pudo
haber matado la eliminatoria en un contragolpe. El catalán se encontró con la
salida de Campos que se cerró sobre el mediapunta azul. También, Jorge Díaz
pudo haber sentenciado para los manchegos, pero de nuevo se cruzó en el camino
Orlando Quintana, el jugador más decisivo de la eliminatoria.
El encuentro finalizó con el 2-1
que le daba el pase a los ovetenses por el valor doble de los goles fuera de
casa. El Eibar fue el siguiente rival carbayón, pero sin embargo, los vascos
acabaron con el sueño del ascenso azul. Un año después, tanto Eibar como
Albacete se encuentran celebrando ascensos. El Real Oviedo tiene que esperar.
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