El Real Oviedo ya tiene experiencia en partidos aplazados

El encuentro ante el Caudal se reanudará el próximo día 1 a las 16:45 en el Hermanos Antuña

Repasamos algunos de los encuentros aplazados que los azules tuvieron que jugar a lo largo de su historia

El encuentro que el Real Oviedo iba perdiendo el domingo anterior ante el Caudal de Mieres en el Hermanos Antuña, y que tuvo que ser suspendido por los fallos de iluminación del campo mierense, ya tiene fecha y hora. La segunda mitad se reanudará el jueves 1 de noviembre, a las 16:45, cumpliéndose así las expectativas del cuadro caudalista, quien se salió con la suya a la hora de elegir el día del encuentro. 

La RFEF determinó el pasado martes la fecha final de disputa del encuentro. Cabe recordar que cada equipo podrá inscribir a los jugadores que desee, con la única salvedad de que no hayan sido suspendidos o cambiados a lo largo del encuentro. Por tanto, el único futbolista que por reglamento se perderá la cita será el caudalista Rojas.

Encuentro suspendido en Toledo 2009/2010. lne.es

Pero, el Real Oviedo ya conoce lo que es que uno de sus partidos se aplace. El recuerdo más reciente es el del partido que los azules ganaron en la 2009/2010 ante el Toledo, en el Salto del Caballo. En aquella ocasión, las condiciones climatológicas de la fría ciudad manchega hicieron que la nieve obligara a parar el partido, cuando los oviedistas ganaban 1-0 con gol de Manu Busto. Tal vez, más se recuerde la esperpéntica reclamación del Consejo de Administración del Real Oviedo, con el afán de evitar el viaje de vuelta, que la victoria en sí.

Más fueron los partidos que se suspendieron por razones de clima, sobre todo, cuando más se aleja uno en el tiempo, en momentos en los que era más complicado realizar los viajes, o mismamente contar con medios adecuados para acondicionar el terreno de juego. Destacan las suspensiones ante el Cádiz (92/93), ante el Athletic Club (90/91) y ante el Burgos (80/81).  

Y otro curioso, nos recuerda Eduardo Muñoz,  fue en Copa en la 86/87 en el Sardinero contra el filial del Racing (entonces Rayo Cantabria): se suspendió por la niebla a 15' del final con 0-0 en el marcador el 1 de octubre de 1986 y se jugaron el 15 del mismo mes los 15' restantes en los que no hubo goles teniendo que irse a la prórroga (era a partido único) en la que marcó Gorriarán y clasificó al Oviedo.

Pero también otros fueron los motivos que obligaron a aplazar encuentros. Lamentable fue el que en la temporada 2003/2004, con el Real Oviedo en Tercera División por primera vez en su historia, ocurrió en el langreano estadio de Ganzábal. En una trifulca con seguidores esportinguistas, dentro del campo, un aficionado azul fue herido por arma blanca. Tal fue la gresca que se armó que el encuentro no siguió disputándose, y se reanudó tiempo después a puerta cerrada. Finalizó cero a cero.

Real Oviedo-Langreo 2003/2004. Realoviedo.info

También ante el Langreo, en esa  misma temporada, y en el partido de vuelta, el encuentro se vio amenazado de suspensión por la nevada que cayó en Oviedo. Fueron los propios aficionados del conjunto carbayón, quienes con pala y carretilla, dejaron el terreno de juego apto para la disputa del partido. Los azules ganaron con goles de Benjamín y Jandro por dos a uno.

Triste fue otro encuentro que los azules tuvieron que aplazar, por el motivo. El 8 de noviembre de 2003, el Real Oviedo jugaba ante el Ribadesella. Pero ese domingo de otoño, Oviedo se levantaba con la noticia de la muerte del jugador azul Armando Barbón en accidente de tráfico. Obviamente el partido no se jugó ese día, y en su reanudación, los oviedistas empataron a cero goles.

Volviendo a la misma causa que obligó a suspender el encuentro ante el Caudal, los azules ya tienen experiencia en fallos de luz. Eduardo Muñoz, un experto en la historia del club azul nos recuerda los siguientes: en la temporada  84/85,en los  1/16 de ida de Copa del Rey con 0-1 en el marcador ante el Betis en el viejo Tartiere. En los minutos 7, 63 y 87 se fue el alumbrado del estadio, estando paralizado el partido por espacio de 14 minutos las dos primeras veces (los futbolistas se fueron al vestuario) y dándolo por finalizado el árbitro la última (87'). 

Finalmente, un motivo que llama la atención, un escándalo arbitral: ocurrió el 24 de abril de 1983, tal y como señala Eduardo,  en el minuto 32 de la 2ª parte, el colegiado Jiménez Muñoz suspendió el partido tras los altercados ocasionados después de expulsar al oviedista Joaquín por un gesto de desconsideración realizado hacia un juez de línea mientras protestaba por el juego duro de los ilicitanos que no era sancionado.  

Muchas son las causas de estas suspensiones, y muchos los resultados en las reanudaciones. Esperemos que la suerte sonría a los azules el 1 de noviembre en el Hermanos Antuña.