lunes, 5 de noviembre de 2012

Cervero ilusiona y Rubiato Castiga. Zamora C.F. 2 – Real Oviedo 2


Zamora C.F.: Sergio Sánchez; Dani Mateos, Palacios (Nacho Matador, minuto 69), Payá, Prada; Dani Hernández (Santos, minuto 84), Jacobo, Josete, Javi Rodríguez (Jorge Hernández, minuto 57); Sergio García y Rubiato

Real Oviedo: Dani Barrio; Owona (Xavi Moré, minuto 45), Trabanco, David Fernández, Álvaro, Javi Cantero; Aitor Sanz, Cerrajeria, Señé (Iker Alegre, minuto 57); Casares (Pascual, minuto 82) y Diego Cervero

 

Dos goles de Cervero permiten al Real Oviedo sumar ante el equipo con más empates de la categoría

 

Rubiato vio puerta ante sus ex por partida doble


Por un momento tocaba olvidar todo lo extradeportivo. No más acciones, derechos de suscripción preferente, causa de disolución o aportaciones desinteresadas desde todas las partes del mundo. No, al menos durante noventa minutos. El fútbol es un deporte que puede mover millones y millones, pero cuya grandeza, al fin y al cabo, radica en once jugadores corriendo detrás de un balón, y cuyo objetivo es introducir el esférico más veces que el contrario en la portería rival. Al fin y al cabo, como decía aquel, el éxito o el fracaso en este deporte, se mide por si la pelotita quiere entrar o no.

Y con esas llegaba el Real Oviedo al Estadio Ruta de la Plata. Dispuesto a sumar tres puntos ante un Zamora que no conocía la victoria. El conjunto castellanoleonés es, de momento, el equipo con más empates de la liga, pues suma, con el cosechado ayer, nueve igualadas en los once encuentros disputados. El objetivo de los de Sarriugarte era conseguir tres puntos para situarse en la zona alta de la tabla y regresar a los puestos de playoff.
 
Sin embargo, el planteamiento del técnico azul no dejó indiferente a nadie. El míster colocó una defensa de cinco, con Owona y Javi Cantero como carrileros y con Álvaro Cuello, David Fernández y el debutante del filial Trabanco, en el eje de la zaga. En el centro del campo, se situaron cuatro hombres, Aitor Sanz, Cerrajería, Señé y Javi Casares, con un solitario Diego Cervero en punta. Sorprendió la ausencia del Xavi Moré del once, puesto que también había descansado en Mieres, y también la falta de defensores en el banquillo.

Cervero celebra el primero. Jonás Sánchez
Comenzó el choque con un Real Oviedo muy arropado por su afición, que no dejaba de cantar y alentar a los suyos. Los primeros compases fueron para los azules, quienes con Javi Casares como hombre más incisivo, buscaban el gol en la puerta defendida por Sergio Sánchez. Precisamente suyas fueron las dos ocasiones con más peligro de los azules en la primera mitad. En el minuto cinco, el hábil extremo centró la pelota, y tras ser peinada por Cervero, el defensa zamorano Payá, la rechazó, enviando el balón al travesaño.

Poco después, el propio Casares, trató de conectar una pelota con Diego Cervero, con escaso éxito. El Real Oviedo se fue diluyendo como un azucarillo, y el resto de la primera parte resultó algo anodina, como viene siendo la tónica habitual en los encuentros del Real Oviedo. Mucho juego en el medio campo, sin ocasiones excesivas que consiguieran poner en aprietos a Dani Barrio y a Sergio Sánchez, a pesar de que en el minuto 25, Barrio despejara de puños una falta lanzada por Sergio García, uno de los hombres más destacados del Zamora, y el rechace estuviera a punto de ser transformado por parte de Jacobo. Seguía el empate a cero.

En una jugada aparentemente aislada, y cuando el descanso se acercaba, Borja Rubiato puso el primero en el marcador. El ex del Oviedo aprovechó un pase en largo para ganar la espalda a la defensa y, tras regatear a Dani Barrio, marcar a placer. La primera mitad no dio para más, y con este marcador se llegó al descanso.
En el intermedio, Sarriugarte rectificó su planteamiento. El entrenador del Real Oviedo volvió a una defensa de cuatro hombres, sustituyendo a Owona por Xavi Moré, quien debe jugar por decreto en este equipo. Álvaro Cuello se desplazó al lateral derecho, cuajando una buena actuación, pues fueron varias las ocasiones en las que se sumó al ataque.

Y como este equipo con Xavi Moré sobre el terreno de juego crece, comenzaron a llegar las ocasiones claras de gol. Al poco de la reanudación, un disparo del jugador que acababa de entrar, a punto estuvo de ser el tanto de la igualada, de no ser por la presencia de un defensa zamorano que lo rechazó. 

En el minuto 51, Javi Casares botó una falta, y la pelota salió repelida. El rechace le cae a Xavi Moré, que tras amagar, puso el cuero en la cabeza de Diego Cervero, para que el delantero azul la enviara a la escuadra y el Real Oviedo empatara el encuentro.

Sarriugarte sorprendió con defensa de cinco.Jonás Sánchez
Nada más pasaron cuatro minutos, cuando una contra de Javi Casares fue detenida por Jacobo dentro del área, según la interpretación del colegiado. Diego Cervero no dudó, agarró el cuero y lo puso en la escuadra de la meta defendida por Sergio Sánchez. Era el gol 104 en la cuenta particular de Diego con la camiseta azul. Esto servía a los carbayones para remontar momentáneamente el encuentro. Justo antes del penalti, Íker Alegre había sustituido a un Señé que pasó desapercibido. Javi Casares se situaba entonces de mediapunta.

Lo seguían intentando los azules, que en estos momentos manejaban el encuentro. Un disparo fuera de Casares y un remate de Cervero a centro de Moré que se iba por encima del travesaño supusieron las dos mejores opciones de los azules de aumentar la renta.

Pero como el Real Oviedo es un infortunio en sí mismo, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Cada vez que el conjunto carbayón se ve las caras ante un ex futbolista, éste realiza el partido del año. Borja Rubiato, quien marcara dos goles a lo largo de la pasada campaña con la camiseta azul (Ante el Celta B y Real Madrid Castilla), perforó ayer la meta de Dani Barrio en las mismas ocasiones que en los 23 encuentros que la pasada temporada jugó con los asturianos. Corría el minuto 74 cuando  aprovechó en balón en profundidad para batir por bajo al portero oviedista.

Los azules lo quisieron intentar pero apenas crearon peligro. Pascual sustituyó a Casares y mediante acciones a balón parado los oviedistas intentaron llegar a la meta de Sergio Sánchez sin fortuna. Por los zamoranos, Rubiato tuvo el hat-trick en sus botas, pero su disparo desde dentro del área se fue alto. Éste, en el minuto 87, fue el último argumento ofensivo por parte de las dos escuadras. Los zamoranos suman así otro empate, que no les sirve para huir de la zona baja. El Real Oviedo ve como el CD Tenerife, líder, sigue inalcanzable, pues cuando los canarios tropiezan, los asturianos se empeñan en imitarlos. El objetivo se mantiene a siete puntos.

SARRIUGARTE “FALTÓ OFICIO”

El míster opinó en la rueda de prensa posterior al encuentro que a sus hombres les “está costando cerrar los partidos”,  y que “hay que ganar un punto de oficio”. En este sentido, el de Durango asegura que el Real Oviedo hizo algo más para hacerse con el encuentro, pues según sus palabras se vuelve “con la sensación de haber hecho méritos para haber sumado los tres puntos”.

En cuanto al novedoso planteamiento, Sarriugarte justificó la defensa de cinco “debido al juego vertical del Zamora”. Además, cree que así lograron “sorprender al rival”.

Los azules regresan hoy a las 10.30 a los entrenamientos en los campos de El Requexón para preparar el encuentro del domingo ante el Real Madrid “C”.

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