miércoles, 6 de marzo de 2013

Balance insuficiente



El Real Oviedo ha ganado solamente uno de los cinco partidos que ha jugado como visitante en 2013

Tres derrotas, un empate y una victoria es el bagaje azul

La media inglesa. Dícese de aquella forma de sumar puntos en una competición futbolística regular que, basándose en ganar todos los partidos como local y empatar aquellos que se juegue fuera de casa, sería suficiente para ser campeón. De ese modo, se lograrían 76 puntos, cifra considerable para ser líder en un grupo como el Real Oviedo.


Al inicio de liga, sacar cuatro de cada seis puntos debería valer, pero no ahora si se pretende dar caza al líder Tenerife. Y así tener más fácil el ascenso al acceder como primero al playoff.


Pero los últimos encuentros fuera de casa no dan lugar a la esperanza. Cuatro puntos logrados de quince posibles, y una muy mala imagen ante equipos que se encuentran situados en los puestos bajos de la clasificación.


Haciendo una buena temporada en el Carlos Tartiere, la asignatura pendiente de los azules pasa por los encuentros disputados lejos de su feudo, y los últimos partidos que se han jugado como visitante preocupan. Al menos en lo que va de 2013.


El año comenzaba con un mazazo como la derrota por cuatro goles a uno contra el filial del máximo rival. El equipo no mostraba su cara buena en el feudo sportinguista, y a pesar de adelantarse en el marcador, los gijoneses les pasaron por encima.


Fuenlabrada fue la excepción.
Jonás Sánchez/Ignacio Felgueroso
Sin embargo, el siguiente encuentro fuera de casa, ante un equipo clasificado en la parte alta, como es el Fuenlabrada, los de Sarriugarte jugaron uno de sus mejores encuentros de la temporada. Creando ocasiones muy claras y siendo sólidos atrás, el partidazo de Iker Alegre en particular y del equipo en general, no pasó desapercibido, y la euforia se disparó. El Real Oviedo recortaba puntos al Tenerife y el equipo soñaba. Los goles de Diego Cervero y de David Fernández ese día permitían pensar en lo más alto.


Pero Fuenlabrada fue un espejismo. Así lo demuestra el resto de partidos jugados fuera. Contra el Alcalá, equipo que se encuentra en descenso, el Real Oviedo cayó por 2-1, mismo resultado que ante el Marino de Arona, equipo que se encuentra casi descendido a Tercera. En ambos encuentros el conjunto azul no encontró soluciones ni argumentos para ir a por el partido, y veía como su principal rival, el Tenerife, se iba hasta los ocho puntos de diferencia.


El último encuentro, ante el CD Ourense, dejó sensaciones encontradas para los oviedistas, que viéndose superiores al rival en cuanto a posesión, no fueron capaces de crear más de una ocasión clara en todo el encuentro.


La buena dinámica que se está llevando en el Carlos Tartiere no puede verse empañada por esta pobreza de resultados fuera de casa. Y es que hay que tener en cuenta que, cada punto cuenta para lograr el objetivo. Lejos del Tartiere, este balance de cuatro puntos de quince, puede llegar a resultar pobre, puesto que las derrotas lastran mucho al equipo. Un dato para la esperanza, el Tenerife solamente ha sumado dos puntos más que los azules en sus últimas salidas (aunque se muestra muy fuerte en casa, donde ha ganado los cinco últimos).

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