El Oviedo Baloncesto puede ser
matemáticamente de Oro si gana mañana a las 19:30
El Cafés Aitona Askatutak no fue
rival en Pumarín (88-55)
Sólo hace falta rematarlo. Una
única victoria en los tres encuentros que restan de competición y el equipo de
Guillermo Arenas habrá conseguido un tan merecido como inesperado ascenso.
Desde el club no se imaginaban esta situación al comienzo de la temporada, pero
una vez en esta gran dinámica, se han visto obligados a ir a por todas. No se
puede desaprovechar.
Y la empresa parece casi
finiquitada, pero todavía hay que dar el do de pecho, al menos en una ocasión
más de los tres partidos que restan. Bien mañana contra el filial del Gran
Canaria, bien el próximo encuentro en casa ante el Aurteneche Maquinaria, o
bien en el último partido de liga ante el Ávila.
Cárdenas penetrando a canasta el pasado sábado. Oviedobaloncesto.com |
Solamente hace falta una
victoria, ya que tras vencer en Guadalajara, de los dos triunfos necesarios
para certificar el ascenso directo, uno ya se consiguió el pasado sábado en un
abarrotadísimo Pumarín. Cafés Aitona no pudo plantar cara a los de Guillermo
Arenas, que con el ascenso entre ceja y ceja no fallaron en su primer match
ball. Ahora queda otro.
A pesar de la diferencia
clasificatoria con los vascos, éstos plantaron cara en el primer cuarto. Los
locales tuvieron una fase de gran acierto en estos primeros diez minutos (18-8)
de parcial, pero luego no supieron hacerla extensiva al resto del cuarto. El
marcador fue de 22-20, parecía que podía haber partido.
Pero ahí se quedaron las
ilusiones visitantes. Un gran segundo cuarto en la faceta defensiva permitió
que el Cafés Aitona se quedara solamente en cinco puntos. El partido podría
haberse acabado ahí definitivamente, pero el OCB solamente anotó 14. Los Macía
y Cárdenas hacían olvidar la falta de acierto en ataque de Hanley.
Sin embargo, tras el descanso,
los asturianos salieron mucho más enchufados en ataque, llegando a anotar
treinta puntos en este tercer periodo. Con un parcial de 9-0 prácticamente al
iniciarse el juego, el partido parecía totalmente encarrilado. El reciente
fichaje, Olasumbo Atoyebi comenzaba a gustarse en Pumarín machacando los aros.
A falta de poco más de un minuto, la diferencia era ya de 26 puntos, y la
fiesta parecía empezar en Pumarín.
En el último cuarto hubo un
último intento de reacción visitante, con un parcial de 0-5. Pero es como el
intento de una persona moribunda de aferrarse a la vida sabiendo que el final
es inevitable. Y ese final tenía un nombre, Oviedo Baloncesto, que no permitió
ningún atisbo de lucha visitante, y consiguió también ganar el parcial de este cuarto.
A pesar de que los de Guille Arenas no anotaran hasta pasado el minuto tres de
cuarto, los visitantes no pudieron hurgar demasiado en esa herida. Eso sí,
cuando Diego Sánchez anotó los dos tiros libres que le tocaba lanzar, los
puntos comenzaron a caer uno tras otro hasta los veintidós que los asturianos
anotaron al final de este cuarto. ´
El más destacado de los jugadores
locales fue el debutante Atoyebi, quien deslumbró con 15 puntos. Hanley,
que no tuvo su día, se quedó en 4
puntos, pero capturó 10 rebotes. Cárdenas, por su parte, sigue intratable en lo
que a regalar canastas a sus compañeros se refiere, con un total de ocho
asistencias el pasado sábado.
A REMATAR LA FAENA
El Oviedo Baloncesto puede volver
de las Islas Canarias siendo matemáticamente campeón de grupo y equipo de LEB
Oro para la próxima temporada. El sueño se puede cumplir y está a 40
minutos. Para ello solamente es
necesario ganar al colista de la categoría, el Gran Canaria 2014, equipo filial
del conjunto que milita en ACB.
Pumarín, abarrotado. Oviedobaloncesto.com |
Los canarios no deben suponer una
amenaza muy seria para el equipo carbayón, pues solamente han ganado cuatro
partidos en toda la temporada, y promedian 63 puntos por encuentro, por los
casi 78 del Unión Financiera Asturiana OCB. Los canarios son el equipo con peor
acierto desde la línea de tres puntos de toda la categoría, con apenas un
26,3%, además de ser los que más balones pierden por encuentro, con casi 20.
Entre sus victorias, todas ellas
en su feudo, cabe destacar la lograda ante el Ávila, donde doblegaron por 17
tantos a los castellano-leoneses, dejándoles en 45 puntos. El resto de partidos
ganados (Palma, Azkoitia y Cafés Aitona) fueron por diferencias escasas, como
máximo de cinco puntos.
Entre sus hombres fuertes destaca
Añatarve Cruz, máximo anotador de los isleños, con 13,24 puntos por partido.
Una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta las bajas cifras de anotación del
equipo. Además, Pablo Melo es un hombre que cuenta con pocos efectivos en su
plantilla. En sus dos últimos compromisos solamente ha podido contar con nueve
jugadores, por lo que las rotaciones pueden hacérseles demasiado largas. Todo
esto, unido al ritmo alto que Guillermo Arenas tratará de dar a su equipo
pueden hacer que el Oviedo Baloncesto vuelva de las Islas con un ascenso bajo
el brazo.
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