Dani Barrio se ha afianzado en la
meta del Real Oviedo esta temporada, pero Orlando Quintana viene de ascender
con la Ponferradina
El canario ya tuvo minutos ante
el Leganés, pero se retiró lesionado
Una de las principales novedades
en la alineación de Carlos Granero el pasado domingo fue el cambio en la
portería. Este hecho no suele producirse con mucha frecuencia en los equipos de
fútbol, puesto que la portería es el puesto en el que menos se suele rotar. Sin
embargo, para el técnico valenciano, primó la experiencia frente a la
continuidad de Barrio, portero titular a lo largo de la temporada.
Orlando Quintana, que llegó al
Real Oviedo en el mercado invernal, se fracturó una costilla a la semana de aterrizar
en el club asturiano, lo cual lo tuvo apartado de las convocatorias durante más
de un mes. El destino quiso que el pasado fin de semana, ambos guardametas
jugaran, pues en el minuto 33, el portero canario tuvo que dejar su plaza a
Barrio debido a un choque con un jugador
del Leganés, que le causó una pequeña conmoción.
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Dani Barrio, junto a Toquero, en San Mamés. Jonás Sánchez |
Dani Barrio venía siendo el
guardameta habitual del Real Oviedo a lo largo de la temporada. Ruyales,
portero fichado en verano para hacerle competencia, se lesionó, y Barrio se
hizo con el puesto con tranquilidad. En lo que va de competición, el meta
gijonés ha encajado 27 goles, contando con el tanto del otro día en Butarque.
La carrera de Dani Barrio no ha
sido nada fácil. Procede de las categorías inferiores del Sporting, donde
estuvo en su filial desde 2006 a 2009. Fue precisamente en el filial
sportinguista donde se lesionó de gravedad, fracturándose la tibia en un
encuentro ante el Navarro, en noviembre de 2007. Al portero le costó
recuperarse, y decidió salir de la disciplina gijonesa para contar con minutos
y mostrar su verdadero potencial. La 2009-2010 le llevó a Ribadesella, donde
fue titular sin ningún tipo de problemas.
Esta buena temporada hizo que
José Luis Quirós pusiera sus ojos en él para jugar en el Marino de Luanco,
hasta el punto de arrebatarle la titularidad a un emblema de Miramar como el
meta Guillermo. Dani Barrio fue pieza clave de aquel Marino que logró ascender,
y acabó firmando por el Real Oviedo. El año pasado mantuvo la disputa bajo
palos con Francisco Javier Lledó.
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Quintana se retiró lesionado. Jonás Sánchez |
La trayectoria de Orlando
Quintana antes de recalar en el conjunto de la capital asturiana fue más
dilatada. Siete equipos antes de fichar por el Real Oviedo. Comenzó su carrera
en el Universidad Las Palmas, en la 2001-2002. Su juventud y sus 21 partidos
disputados hicieron que ese mismo año jugase diez encuentros con la Unión
Deportiva Las Palmas, aún en Primera División por entonces.
Con el descenso de los canarios,
los dos años siguientes, jugó 15 y 18 partidos en la categoría de plata, pero
con un nuevo descenso de la Unión Deportiva, esta vez a 2ªB, abandonó la
disciplina insular para firmar por un Celta de Vigo recién descendido a
Segunda. En Balaídos solamente tuvo oportunidad de jugar tres encuentros.
Buscando minutos firmó el Lorca, que acababa de subir a Segunda, y estuvo bajo
las órdenes del actual técnico del Sevilla, Unai Emery. La primera temporada de
los murcianos en 2ª fue para enmarcar, y casi logran el ascenso a Primera. Sin
embargo, Orlando solo juega tres partidos, tapado por Jáuregui como portero
titular.
Al año siguiente, sólo seis
encuentros, por lo que Quintana pone rumbo a Mérida, donde en la 2007-2008 se
afianza como titular. La campaña siguiente, en su regreso a Lorca, esta vez en
2ªB, también juega la mayoría de los partidos. Un único año en Murcia y firmará
por el Pontevedra, donde se verá las caras con el Real Oviedo en la promoción
de ascenso. Orlando estuvo destacado en ambos partidos, encajando un gol por
encuentro frente a los azules.
A la temporada siguiente, con el
descenso del Pontevedra a Tercera se va a la Ponferradina, equipo con el que
logrará el ascenso a la categoría de plata. Quintana 32 encuentros ese año,
incluidos los seis partidos de promoción, que le valen el ascenso a los
bercianos. Cuatro goles encajados en
esos seis encuentros suponen una garantía para luchar por subir a Segunda.
Esta temporada, como no estaba
contando con excesivos minutos en El Toralín, abandona la Ponferradina para
probar suerte en el Real Oviedo. El otro día fue titular por primera vez, a
pesar de su sustitución.
No es la primera vez que en Real
Oviedo se produce un cambio de guardameta mediada la temporada. Por ejemplo, la
pasada campaña, Lledó, que empezó como titular perdió su puesto en detrimento
de Dani Barrio. Héroe en los penalties frente al Slamanca, el gijonés, que
forzó la roja en el Molinón para evitar que los sportinguistas marcaran en el
descuento, perdió la titularidad de nuevo ante un buen Lledó, que se asentó en
la meta toda la temporada. Sin embargo, Dani tuvo una oportunidad más, cuajando
un gran encuentro en San Mamés, ante todo un Athletic de Bilbao.
Las temporadas anteriores
estuvieron marcadas por un dominio de la meta azul por parte de Oinatz
Aulestia, pero antes de su llegada, en la 2006-2007, un joven Iván Cabrero le
disputó la titularidad al veterano Pezzutti. Iván fue una de las pocas cosas
salvables en aquella fatídica temporada del descenso.
Y un año antes, el internacional
venezolano Rafa Ponzo, perdió la titularidad frente a otro Rafa, esta vez Rafa
González, quien jugara de la jornada 25 a la 32 en esa temporada 2005-2006,
coincidiendo con la llegada de Velázquez al banquillo.
La duda que ahora surge es por
quién apostara Granero para el encuentro ante el Zamora. Bien por un veterano
Orlando Quintana, o bien por Dani Barrio, titular a lo largo de la temporada y
que solamente ha encajado cinco goles en el Tartiere.
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