La Federación anunció esta medida
para la presente temporada
Cuando el pasado sábado, a las
ocho y diez de la tarde, los jugadores del Burgos y del Real Oviedo salieron al
terreno de juego de El Plantío, lo hicieron de una manera inusual, con los
dorsales del 1 al 11 y sin nombres en su camiseta. Se trata de una iniciativa
lanzada por la Federación Española a principios del mes de julio, y confirmada
a principios de agosto, en la que solamente se permitirían los dorsales fijos
en el fútbol profesional.
Cervero podría no lucir el nueve esta temporada. Jonás Sánchez |
La iniciativa ha contado con el
rechazo de numerosos clubes y numerosos jugadores, por varias razones, entre
las que se encuentra las económicas (pérdidas de ingresos por merchandising, mayor
gasto al serigrafiar camisetas), o la identificación de los jugadores tanto por
aficionados, medios de comunicación o árbitros.
La medida de la RFEF también afecta por tanto a los jugadores salidos desde el banquillo, quienes deberán llevar obligatoriamente los dorsales del 12 al 16.
A raíz de esta medida, que ha de
considerarse impuesta por la Federación Española de Fútbol, han surgido
distintos movimientos para hacer recapacitar al máximo organismo futbolístico
del país, y que no se tenga en cuenta una medida que pueda ser discriminatoria
para ciertos clubes. Una de ellas, es una petición de firmas on-line en la
plataforma change.org, que recientemente ha superado las 1.500 firmas. También han sido varios los futbolistas de la
categoría que en la red social Twitter, han respaldado la iniciativa con el
hashtag #cadajugadorsudorsal.
En la primera jornada, los
futbolistas azules lucieron los números del 1 al 11, algo poco habitual en el
club azul, donde en las últimas nueve temporadas los dorsales fijos y el nombre
en la camiseta ha sido una constante. A pesar de militar en categorías alejadas
del fútbol profesional, como la Segunda “B” o la Tercera División, el club azul
ha mantenido esta iniciativa. No fue así en la campaña 2003/2004, la de la
caída a los abismos futbolísticos. La premura a la hora de iniciar aquella
temporada hizo que se optase por jugar sin dorsales fijos.
El pasado sábado Héctor Simón lució su “8” habitual, Alain
el “10” y Cervero su número talismán, el “9”, pero, ¿se imaginan lo raro que
puede llegar a ser ver al ariete azul con un dorsal distinto a ése?
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