Elías dice que no invertirán más
dinero en el club, aunque no retirarán su inversión
Se evidencian las rupturas entre
mexicanos y el Consejo
Cuando algo parece ir bien en el
Real Oviedo, todo se desmorona. La máxima de que el conjunto carbayón no puede
ser un equipo de fútbol normal va camino de convertirse en una maldición que perseguirá
a los azules de por vida. Cuando se podía iniciar una temporada ilusionante,
con la ambición de conseguir regresar al fútbol profesional tras más diez
temporadas de ausencia, la Junta de Accionistas de la semana pasada dejaba un
mal sabor de boca en las relaciones entre el Consejo de Administración y el
paquete mayoritario de las acciones. Ayer terminó por confirmarse todo esto,
con una rueda de prensa ofrecida por Arturo Elías, representante de Carso, para
los medios asturianos.
La rueda de prensa fue algo
anómala. Por teléfono y con los distintos medios de comunicación. Aún así, el
representante de Carso fue claro. “No
estamos para tomar decisiones dentro del club, sino para apoyar”. Además Elías
aseguraba no entender la decisión del Consejo de dimitir. El mexicano también
habló de la rentabilidad del dinero invertido “no sé si la inversión financiera
será buena o mala, pero tenemos un Real Oviedo vivo que en un futuro ascenderá”.
Arturo Elías establecía su
postura a los pocos minutos de la rueda de prensa, se ponen al margen “no
tomaremos decisiones sobre el Consejo, nuestro papel es apoyar a la mayoría de
socios del club”, por lo que de esta manera, se seguirán quedando al margen “no
vamos a interferir, proponer ni apoyar, no vamos a dar nombres nuevos para el
Consejo”. Sin embargo, los mexicanos, querían tranquilizar a los aficionados
azules “no vamos a retirar nuestra inversión del Oviedo, se queda como ese gran momento que ocurrió”.
Carso mantiene por tanto su inversión con la idea “de que llegue a ser buena
con el tiempo, si no lo es, ya lo fue por la ilusión generada en los
aficionados”.
Elías durante su visita a Oviedo en noviembre. Jonás Sánchez |
Los mexicanos dicen no optar a la
gestión, ya que creen que “sería irresponsable pensar que se puede manejar el
Real Oviedo a 9.000 kilómetros” y más, asegurando haber gente válida en la
ciudad. De este modo, rechazan destinar más dinero al club azul, al asegurar
que “esa posición nunca estuvo contemplada”. Por su parte, Elías recalcó que
hubo cosas que no le gustaron, y por eso aseguró que a pesar de todas las
acciones de su grupo fueron destinadas a apoyar al Consejo, hubo medidas “contra
una persona que fue grosera conmigo y con mi país”.
La patata caliente está ahora en
manos del actual Consejo para Elías, ya que serán ellos los encargados de
decidir si continúan o no. El mexicano afirmaba que “no estamos abandonando al
Oviedo”, a pesar de no tomar “decisiones operativas”. Pero el grupo Carso
seguirá dispuesto a apoyar con su más del 35% del paquete accionarial “lo que
la gente de Oviedo quiera, no las que queramos nosotros”. Por su parte, el
yerno de Carlos Slim afirmaba no entender “cómo funcionan algunas cosas por
allá, no estamos capacitados para tomar estas decisiones”.
Elías opina que es una pequeña
minoría la que le está haciendo daño al Real Oviedo, y declaró que eran “los
que más ruido hacen”. Otro de los puntos importantes, era conocer si los
mexicanos asumirían el desfase presupuestario que podría suponer la elaboración
de una plantilla que optase al ascenso con todas las garantías, algo descartado
por los mexicanos, al desviar la decisión a la gente de la ciudad,
desentendiéndose de cualquier gasto que pueda acarrear.
La postura del exconcejal de
Deportes, Jorge Menéndez Vallina, también fue defendida “le pedí a un amigo que
nos representara en la junta e increíblemente dimitió el Consejo, aunque igual
hay otras razones de fondo”. Además, zanjó una cuestión que había suscitado
polémica, la de la famosa broma telefónica. El mexicano afirmó que fue Vallina
quien viajó a México antes que desde Tiempo de Juego lo llamasen. Para el ahora
responsable de cultura del Ayuntamiento, solamente hubo buenas palabras, “es de
las pocas personas de confianza en Oviedo”. De este modo, volvía a afirmar que
entre el político y Marcos López lograron convencer a su grupo para que
entraran en el club, pero se desmarca ante la posibilidad de que entren en el
Consejo de Administración.
A la hora de tratar el tema de la
Junta de Accionistas negó que hubieran decidido delegar a última hora las
acciones en el Consejo presidido por Toni Fidalgo, como se aseguró desde
Asturias. Elías no cree que alguien “pueda ser juez y parte a la vez”, de ahí
el porqué a la delegación a Vallina, a pesar de que el ahora responsable de
cultura del Ayuntamiento viniera con las instrucciones de apoyar en todo al
Consejo. Además, antes de la Junta, dejó la decisión en las manos de Vallina, quien
finalmente aceptó; “se puso los pantalones y lo hizo”. Por su parte, Arturo
Elías afirmaba ayer no haber tenido contacto alguno con Fidalgo después de que
éste presentara su dimisión el pasado miércoles.
En relación a su entrada en el
Real Oviedo aseguró que “la idea era apoyar a una afición maravillosa”, y
destacó el importante apoyo recibido por el Ayuntamiento de la ciudad y por el
alcalde. Al inicio, aseguraba Elías, se trató de una inversión económica, pero
en un momento “mi corazoncito me hizo pensar que podríamos participar más
activamente, y el corazón ganó a la razón”, pero, con el paso del tiempo “y al
ver las formas, ese corazón que estaba caliente, se enfrió”.
De cara al futuro, asegura que
será el Consejo quien tenga que tomar las decisiones y espera “que esto no
afecte a la marcha deportiva del club, que venga un Consejo serio, honesto y
que ame al Oviedo”. Arturo Elías afirma que “hay gente con mucha capacidad en
la ciudad” y espera ver al equipo en Primera “en tres o cuatro años”. Se
despedía el mexicano con palabras de elogio para la afición azul y dejando en
el tintero una frase lapidaria. Para el mexicano “lo que necesita el Oviedo es
un capitán del barco que lo lleve por el camino adecuado, ojalá que se
encuentre ese capitán y esos marinero. Si eso pasa, el futuro va a ser muy bueno,
si no pasa, va a ser malo”.
Para hoy está prevista una rueda
de prensa de Toni Fidalgo, a la una de la tarde en la sala de prensa del Carlos
Tartiere. Carso no gestionará directamente el Real Oviedo, pero no hay razones
para ser excesivamente pesimistas. Los mexicanos se mantuvieron apartados desde
su llegada al club, y si comparamos la situación con la de hace exactamente un
año, el conjunto de la capital asturiana vive una situación envidiable. El
equipo se encuentra sin deudas a corto plazo con Hacienda y Seguridad Social, habiendo
cumplimentado una ampliación de capital de cuatro millones de euros, y con
accionistas en más de medio mundo. Por tanto, a pesar de que la sensación tras
la rueda de prensa de ayer fuera agridulce, el futuro sigue siendo prometedor
para el Real Oviedo, arropado por una afición que ha demostrado no fallarle en
sus peores momentos.
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