El máximo organismo azul emitió un comunicado sobre los
altercados del domingo.
La APARO está estudiando tomar medidas
Bien es sabido que cada visita del Oviedo a Santander o
viceversa va a acarrear tensión, y posiblemente incidentes. Todo el mundo lo
sabe, menos al parecer Delegación de
Gobierno. No se declaró partido de alto riesgo (en la ida sí lo había sido) y
el dispositivo policial fue muy escaso para controlar a tantos aficionados. Por
si esto fuera poco, la ubicación de los aficionados carbayones en un fondo,
separados de aficionados locales por solo una valla, tampoco ayudó a calmar los
ánimos, más bien al contrario, los avivó.
Ya antes del encuentro tuvieron lugar los primeros conatos
de enfrentamiento entre ambas aficiones. Con los autobuses de la APARO y del
grueso de la afición azul ya aparcados, los aficionados copaban los bares de la
zona cercana al campo sin ningún tipo de incidencia. Pero la policía retuvo a
los autobuses de Symmachiarii en un área de servicio cercana a la ciudad y los
llevó escoltados hasta la misma puerta del estadio, donde metieron a los aficionados
más radicales una hora y media antes del comienzo del encuentro.
A la llegada
de los autobuses había bastantes aficionados cántabros esperando y la policía
tuvo que cargar tanto a los carbayones que estaban entrando en el estadio como
a los racinguistas que se intentaban acercar.
Imagen de los altercados a la salida Foto: @elcomerciodigit |
El resto de aficionados azules fueron entrando sin problemas
en las horas siguientes hasta el comienzo del partido. Ya empezado el mismo, se
comenzaron a escuchar los primeros cánticos aludiendo al rival, pero nada más
allá de eso.
Sin embargo, la colocación de los aficionados azules justo encima
de gente del Racing de Santander llevó a enfrentamientos entre aficionados y a algún
lanzamiento de objetos. Al comenzar la segunda mitad, los miembros de la Policía
Nacional tuvieron que actuar cerca de la jaula donde se encontraban los
Symmachiarii, ya que se estaba produciendo un intercambio de objetos entre
ambos sectores.
Pero sin duda lo peor vino al final del encuentro. Las
puertas que daban acceso al recinto donde estaba ubicado el Grupo Symmachiarii
quedaron cerradas, impidiendo así la salida de los aficionados más radicales. Pero
el resto de puertas de la afición carbayona fueron abiertas a la vez que las de
la afición local, lo que supuso que ambas aficiones se encontraran en los
aledaños.
Los pocos efectivos policiales que había en la zona no
pudieron frenar los enfrentamientos. Aficionados locales fueron a por los
peñistas del Real Oviedo que se vieron sorprendidos por el ataque de la afición
local. Algunos fueron atendidos allí mismo y otros trasladados al hospital,
pero ninguno revistió mayor gravedad. Mientras tanto, el Grupo Symmachiarii seguía encerrado en el
campo, de donde no salió hasta cerca de las ocho de la tarde.
Las reacciones comenzaron a sucederse desde el Lunes, día en
que la Peña Azul Castrillón (uno de cuyos peñistas tuvo que ir al hospital)
emitía un comunicado en el que criticaba el dispositivo policial y concluía
diciendo que no va a viajar más a Santander. También en el día de ayer, el propio club carbayón emitía
otro comunicado respaldando a la afición azul y condenando los incidentes.
Por último, la APARO se reunirá esta semana y emitirá otro
comunicado donde explicará las medidas que tomará ante lo sucedido el pasado
Domingo.
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