domingo, 16 de marzo de 2014

Llegó la primera derrota

Ford Burgos sale victorioso del fortín de Pumarín tras más de un año de imbatibilidad
Mal partido en líneas generales de Unión Financiera Baloncesto Oviedo

Cuatrocientos setenta y seis días más tarde llegó. Oviedo Baloncesto perdió en su cancha tras más de un año sin conocer la derrota. Pumarín se había rodeado de un aura durante todo ese tiempo, un aura que ayer un gran equipo como Ford Burgos se encargó de romper. Y es que los castellanos realizaron un gran encuentro en el que pasaron por encima a los ovetenses.

Echando la vista atrás, toca reflexionar sobre la gesta del equipo carbayón. Desde que CEBA Guadalajara venciera por 81-86 en la cancha carbayona, Gran Canaria 2014, Carrefour el Bulevar Ávila, Palma Air Europa, Amics de Castelló, Cafés Aitona, Aurteneche Maquinaria Euskadi, Melilla, Força Lleida, Planasa Navarra, Barcelona “B”, River Andorra, Ourense, Clavijo, Breogán, Palencia, Clínicas Rincón y Básquet Coruña sucumbieron a la magia del pabellón ovetense. Ni más ni menos que diecisiete victorias consecutivas en casa. Una racha histórica.

Ayer, sin embargo, un gran equipo puso fin al fortín de Pumarín. Toca volver a poner el contador en cero.  Sin embargo, el objetivo de la temporada está cumplido con creces y Oviedo Baloncesto podrá jugar por primera vez en su historia un playoff de ascenso a la Liga ACB.


Cárdenas penetra ante Albert Sabat. Dominka Fitzgerald
El partido en sí comenzó torciéndose para los ovetenses desde los primeros compases. El dominicano Antonio Peña las anotaba de todas las formas posibles, mientras que por los carbayones, solamente Kevin Van Wijk, que se animó hasta desde el perímetro, podía mantener el ritmo. Olmos recogió el testigo en lo que a anotación se refiere de un Peña sustituido por cometer dos personales.

Por parte de los carbayones, canastas fáciles, que en otros partidos entran, no se daban con tanta asiduidad.  Un triple de Pep Ortega en el ecuador del primer cuarto comenzaba a abrir brecha en el marcador (11-15). Maresch comenzaba a mostrar su clase en el uno contra uno y Romá Bas acertaba con un lanzamiento de dos para colocar un 11-19 momentáneo. Sin embargo, se produjo la primera reacción de los de Guille Arenas. Canasta de van Wijk y triple de Fitzgerald, que en esta ocasión no fallaba, para situarse tres abajo (16-19).

De nuevo arreón del equipo que dirige Andreu Casadevall, por lo que Oviedo Baloncesto volvía a verse con un parcial en contra, en esta ocasión de 7-0. Fitzgerald volvía a acortar distancias en el triple, pero un rebote ofensivo de Olmos, que acabó en canasta y una bandeja de Maresch, hacían que al final del primer cuarto la diferencia fuera de 19-30, una cantidad excesiva de puntos en contra que habla de la mala defensa realizada en general.

En el segundo cuarto, los burgaleses comenzaron aumentando su ventaja, pero de nuevo Unión Financiera apretó. Un parcial de 7-0 puso nervioso a Andreu Casadevall, que se vio obligado a pedir tiempo muerto (26-32). Sin embargo, este paró vino bien al equipo castellano que vio como de nuevo volvía a coger ventaja.  Cuatro puntos de Sergio Olmos y una canasta de Romá Bas volvía a establecer la diferencia de diez puntos.

Llegó entonces un festival de triples, del que Unión Financiera salió victorioso. Fitzgerald, Van Wijk y Diego Sánchez para los carbayones y Bas para Ford Burgos fueron los encargados de enchufarlas desde 6,75. El marcador era de 37-43. Sin embargo, los burgaleses no se vinieron abajo y mantuvieron su ventaja. Oviedo se acercó hasta los cuatro puntos pero los visitantes se volvieron a alejar hasta irse al descanso con 43-53. Hubo tiempo hasta para la polémica arbitral, una falta de tiro que los colegiados señalaban sobre Cárdenas permitía a Maresch sumar tres tiros libres. Otra acción similar, a falta de segundos para el descanso, era protestada por Diego Sánchez, quien reclamaba que la falta de tiro, en este caso sobre Albert Sabat, había sido de dos puntos y no de tres.

Al descanso llegaba Burgos con un 70,8% de acierto desde dentro del perímetro. Sergio Olmos sumaba nueve rebotes en estos dos primeros cuartos y Anton Maresch, además de llevar nueve puntos, contabilizaba en su haber cinco asistencias. Por parte de los carbayones, el acierto de tres de los interiores (cinco triples en seis intentos) dejaba en evidencia a los exteriores (un triple de seis).

El tercer cuarto fue de dominio carbayón durante la mayor parte. Parecía que íbamos a volver a vivir la épica del pabellón de Pumarín, ya que los locales salieron enchufados durante gran parte de este periodo.  Pese al triple inicial de Maresch, los locales, liderados por un gran van Wijk, crecieron hasta el punto de situarse a cuatro de distancia tras un triple de Diego Sánchez. De nuevo tiempo muerto de Andreu Casadevall que reactivó a los suyos. El Oviedo Baloncesto comenzaba a creer que podía ganar este partido, y uno de los aspectos clave fue la defensa.

Van Wijk fue de lo más destacado del
conjunto carbayón. Dominka Fitzgerald
Un triple de Cárdenas hacía posible que Unión Financiera creyera en el milagro, puesto que situaba a los suyos a un punto (57-58). Dos acciones de Albert Sabat desde el perímetro bajaban los humos a la grada local (59-64). No se vino abajo el equipo, sin embargo, que siguió remando. Los ovetenses desde la línea de tiros libres, acortaban distancias. En una de las faltas recibidas por el equipo de Guillermo Arenas, se reclamó una antideportiva que los árbitros no señalaron. Cuando sí se pitó fue en la siguiente acción, que pudo resultar determinante para el choque. Canasta de Pep Ortega, tiro adicional y posesión para Burgos. El equipo visitante comenzó a irse en el marcador por medio de hombres como Romá Bas, Coppenrath o Jeff Xavier, que aportaban desde la segunda línea. Oviedo, por su parte, no volvió a anotar (62-73).

El último cuarto se presentaba complicado para los azules. En Pumarín se han visto milagros en muchas ocasiones, pero ayer no tocaba. Pese al triple de Fran Cárdenas al arrancar el cuarto, Romá Bas contestaba en la otra canasta. El tiempo iba transcurriendo en un último periodo en el que Burgos impuso su ritmo, lento cuando le interesaba y rápido cuando podía sacar ventajas de la maltrecha defensa carbayona.  Los burgaleses llegaron a obtener ventajas de hasta dieciocho puntos (70-88) que fueron ligeramente maquilladas por los de Guillermo Arenas.  En estos últimos compases de choque, los ovetenses perdieron balones que no acostumbran y se mostraron muy fallones incluso desde la línea de tiro libre (19 de 27 a lo largo de todo el partido).

Por parte de Burgos, Romá Bas, con tres de tres en triples y dieciocho puntos, fue el más destacado del equipo. En Unión Financiera, el gran partido de Kevin Van Wijk (17 puntos, 8 rebotes y 24 de valoración) solamente se vio empañado por la derrota.

Los resultados de la jornada permiten a Oviedo seguir en el quinto puesto de la tabla. Se han producido sorpresas, como las derrotas de Coruña y Andorra ante Planasa Navarra y Barcelona “B”, los dos equipos que se encuentran en puestos de descenso.  Las tres jornadas que restan serán determinantes para que Unión Financiera certifique su ventaja en lo que a factor cancha se refiere, y más, teniendo en cuenta que su rival más directo por esa quinta plaza, como es Coruña, tendrá que medirse a Burgos y a Andorra.

GUILLERMO ARENAS: “NO ESTUVIMOS BIEN EN DEFENSA”

Guillermo Arenas compareció con semblante serio ante los medios de comunicación. El entrenador ovetense asegura que “dimos la cara pero no conseguimos leer el partido. Ellos, por intensidad, nos han sacado del encuentro en los momentos determinantes.  Creo que tenemos que aspirar a más. Tenemos que aprender de esta derrota y tenemos que aprender a leer los partidos, sobre todo, cuando se ponen tan intensos y cuando nos suben las líneas de pase. Nos tiene que servir para algo, si no, vamos mal”.

Arenas recalcó que su equipo no pudo llevarse el partido por la mala defensa realizada durante gran parte del choque. “No hemos estado bien en defensa. La mayoría del tiempo no hemos hecho lo que hemos entrenador y al final encajas puntos demasiado fáciles. Si les dejas meter puntos a gente que tiene tanta calidad, te meten muchos puntos. Si son buenos, habrá que apretar más y defender más, hacerles que jueguen con más dificultad y no al revés”, aseguraba el entrenador, quien además, añadía que “hay que defender más fuerte y controlar el rebote defensivo. Si no lo controlas, no puedes correr y encima ofreces al rival segundas oportunidades. En el uno contra uno tenemos que estar más solventes de lo que estuvimos en las últimas jornadas”.

Una de las claves a la hora de medirse a equipos de la parte alta, es para Guillermo Arenas “estar acertado en cada decisión de defensa. Además de estar intenso no se pueden cometer errores”.

Por su parte, piensa este revés no trastoca los planes del equipo. “Esta derrota no cambia el objetivo de buscar el factor cancha. Si cambiara, llegaría aquí y me diría que me da igual, que estamos haciendo una gran temporada. Debemos aprender y saber que en los tres partidos que quedan los equipos van a imprimir una intensidad igual a la de hoy porque todos se juegan algo” declaró Arenas.


El entrenador no quiso a entrar a valorar la polémica falta antideportiva de Daniel Fitzgerald y se limitó a reconocer que no habían estado bien.  “Los árbitros pitan lo que ven. No podemos entrar a valorarlo. El error es nuestro, pero no nos puede perjudicar tanto algo tan externo como es el arbitraje para que Burgos se nos vaya tanto del partido. No debemos entrar a valorar ni los jugadores ni yo”, aseguraba.

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