jueves, 13 de marzo de 2014

El penalti que nos paró el corazón

Dani Hedrera regresa al Tartiere con la Cultural
El jugador jerezano anotó el penalti decisivo ante el Mallorca "B"

Con los 120 minutos finalizados en el por entonces Ono Estadi, el ascenso a Segunda “B” en la temporada 2008-2009 se decidiría desde los once metros. El gol de Sergio Tejera para el conjunto bermellón había igualado la eliminatoria. Tras dos temporadas en la cuarta categoría del fútbol español, la lotería de los penalties decidiría el ascenso.

El Real Oviedo lanzaría primero, Mario Prieto, jugador curtido en mil batallas, no defraudó. Lo mismo que Alberto para los baleares. Así hasta ocho lanzamientos más, donde Curro, Diego Cervero, Moisés y Rubén González marcarían para los azules. El filial mallorquinista tampoco erró desde el punto fatídico.

Hedrera dirigiéndose al punto de penalti en Son Moix. Rtpa.es
Se llegaba entonces a la muerte súbita. Fue entonces cuando Dani Hedrera asumió la responsabilidad de lanzar el primero de los penalties a vida o muerte. Con el dorsal 20 a la espalda, el jerezano ejecutó un chut que salía elevado. En ese momento, y durante centésimas de segundo, el corazón del millar de oviedistas que había en Son Moix se detuvo. Lo mismo con otras tantas personas que veían el partido desde la plaza de La Losa en una pantalla gigante.

La trayectoria del balón encontró la escuadra y Nauzet Pérez no pudo hacer nada para evitar el tanto que suponía el cinco a seis en el marcador y que pudo haber causado paradas cardiorespiratorias en muchos aficionados carbayones.  Después, Aulestia paró el decisivo lanzamiento a Kevin y el desenlace ya lo conocemos.

El autor de ese penalti, Dani Hedrera, regresa al Carlos Tartiere el domingo para medirse a su exequipo por primera vez. El defensa central llegó al conjunto azul en la última temporada de Tercera División, con Raúl como entrenador. Disputó 34 partidos en los que vio nueve cartulinas amarillas.  A la campaña siguiente, Jorge Rodríguez le arrebató el puesto en el conjunto azul, donde jugó solamente 22 partidos.

Hedrera no continuó en la disciplina azul y tras un año en el Poli Ejido, recaló en la Cultural Leonesa, de Tercera División. Dos temporadas en el grupo octavo de la citada categoría tardó el equipo leonés en regresar a Segunda “B”. Lo hizo en Oviedo, ante el Universidad, y con un tanto en la prórroga de un futbolista con experiencia en fases de ascenso. ¿Adivinan quién?


Tras la celebración en la Plaza del Ayuntamiento del ascenso del Real Oviedo y cuando la gente ya había abandonado el lugar, algunos jugadores permanecieron por los aledaños. Unos aficionados, contentos por el ascenso, recriminaban a Hedrera el haber lanzado el penalti de manera tan arriesgada. El jerezano reía, reía consciente de haber anotado uno de los goles más importantes de su carrera y de haber podido producir varios infartos en la ciudad ovetense.

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