Los cántabros dominaron el
encuentro ante un conjunto azul sin ideas
El Real Oviedo cae a la cuarta
plaza
Real Oviedo: Orlando; Alba, Javi
Hernández, David Fernández, Sergio Rodríguez; Susaeta (Sergio García, minuto
45), Héctor Simón, Salva Rivas (Señé, minuto 57), Eneko; Annunziata (Alain,
minuto 45) y Diego Cervero
Real Racing Club: Sotres;
Francis, Oriol, Juanpe, Iñaki; Nieto (Saúl, minuto 90), Andreu, Javi Soria
(Borja Granero, minuto 83), Lafuente; Rubén Durán y Koné (Miguelez, minuto 72)
El Racing de Santander se llevó
el choque en el Carlos Tartiere mostrándose muy superior a su rival en todas
las facetas del juego. Los cántabros se aprovecharon de la endeble defensa
azul, de su falta de ideas en el centro del campo y del poco acierto de cara al
gol de los de Carlos Granero para sumar tres puntos de oro en el estadio
oventese.
Y más que tres puntos, porque la
sensación que deja el partido de ayer es la de que el conjunto entrenado por
Paco Fernández (ayer sancionado) es la de que es el aspirante más claro para
optar a la primera plaza en el día de hoy. En el partido de ayer, la balanza
del liderato se decantó de manera muy clara a favor del conjunto racinguista,
ya que los oviedistas no mostraron capacidad de reacción durante la mayor parte
del partido.
Y todo ello tendrá implicaciones
morales para lo que resta de competición. Los de Paco Fernández se colocan ya,
a pesar de los problemas institucionales por los que atraviesan, en la primera
posición del Grupo I de Segunda “B”. Y la sensación, tras lo vivido ayer, es
que el Real Oviedo no puede plantarles cara.
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David Alba pugna con Lafuente, autor del primer gol. Ana Vázquez Prado |
Ya desde los primeros instantes
del partido, los cántabros demostraron ser un equipo más agresivo y con más
ganas de llevarse la victoria. Koné, demostrando ser un jugador de clase
superior para la categoría, colgaba una pelota al área para que Ander Lafuente,
de 1,64, remachara de cabeza a la meta de Orlando Quintana. El gol, en el
minuto siete de partido, caía como un jarro de agua fría a los locales. Y
aunque quedaba mucho partido por delante, no reaccionaron.
En la siguiente jugada de
peligro, Javi Soria pudo colocar el segundo, pero tras rematar de manera
errónea en el área (los racinguistas reclamaron mano), el peligro se alejó.
Pero no por mucho tiempo. De nuevo con un balón colgado al área, en esta
ocasión tras un saque de esquina, Andreu, de cabeza, ponía el segundo en el
marcador. Corrían catorce minutos en el marcador, y la diferencia ya se
antojaba irremontable para el Real Oviedo, para delirio del casi millar de
aficionados racinguistas desplazados a la capital asturiana.
Un Real Oviedo que lejos de ir a
reducir distancias, se quedó agazapado, anonadado, noqueado. Rubén Durán y Nieto gozaron de otras dos
claras oportunidades que hubieran supuesto la puntilla para el cuadro de casa y
que probablemente hubieran hecho estallar al Tartiere.
El peligro del Real Oviedo
solamente llegó en acciones a balón parado. Con lanzamientos de córneres o con
faltas laterales que primero Eneko y después Sergio Rodríguez enviaban o bien
fuera o bien a las manos de Sotres. En
el minuto 41 Eneko tuvo la más clara para su equipo, con un remate a la
remanguillé en el interior del área chica, pero la mala fortuna impidió que
viese puerta.
Al descanso se llegó con
crispación. La diferencia de dos goles para el conjunto visitante se antojaba
corta, merced a las numerosas oportunidades concedidas por la defensa del Real
Oviedo. Además, el ataque azul no carburaba, como viene sucediendo en partidos
donde los carbayones se juegan el todo por el todo.
Granero intentó buscar la
reacción del equipo introduciendo dos cambios en el descanso. Sergio García y
Alain Arroyo ocuparon los puestos de Susaeta y Annunziata. Y durante unos
minutos parecía que al Real Oviedo lo cambiaba la cara. Durante los primeros
minutos, el propio Sergio García pudo empatar el choque de haber llegado a un
balón en largo para batir a Sotres. Otro pase de la muerte del zamorano fue
enviado por Oriol a saque de esquina
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Cervero celebra su tanto. Ana Vázquez Prado |
La posesión se convirtió en azul
durante los primeros compases de esta segunda parte, con un Racing esperando atrás
para lanzar contraatques. Eneko dispuso de una buena oportunidad, con un
disparo lejano que no encontró puerta por milímetros. Y cuando más lo intentaba
el Real Oviedo, llegó el penalti. Juanpe se apoyó en exceso en Diego Cervero y
el colegiado no se lo pensó a la hora de señalar la pena máxima. Desde el punto
fatídico, el ariete azul no falló, engañando al guardameta racinguista. Con
veinticuatro minutos por delante, todo podía ocurrir.
El público se vino arriba y creyó
en la remontada. Cervero y Alain demostraban entenderse a la hora de cabecear
balones el primero y buscar los desmarques el segundo. Eran los mejores minutos
del Rea Oviedo. Hasta que una acción lo cambió todo. El colegiado vio agresión
de Cervero a Oriol dentro del área cántabra y expulsó con roja directa al
capitán azul en el minuto 72. La reacción de los ovetenses se vio truncada
desde ese momento, al no contar con una referencia ofensiva. Señé, que había
ocupado la plaza de Salva Rivas, se quedó como delantero.
El Racing de Santander adelantó
líneas y dispuso de varias ocasiones para matar el partido. Fue Nieto quien
anotó finalmente en el minuto 81, tras una jugada surrealista. Después del
fallo defensivo de Sergio Rodríguez, el extremo del equipo cántabro cruzó la
pelota para batir a Orlando. La red de la portería del Carlos Tartiere, rota,
hizo que el cuero saliese fuera. Tras unos instantes de dudas, en los que el
árbitro no vio gol, finalmente sí concedió el tanto que finiquitaba el partido.
Como dato anecdótico, el gallego Eiriz Mata no rubricó en el acta arbitral esta
incidencia.
Los oviedistas trataron de hacer
lo posible para evitar una debacle mayor, y se dedicaron a colgar balones al
área. Al filo de la conclusión, Alain Arroyo cazó una oportunidad dentro del
área, albergando las mínimas esperanzas de los oviedistas que todavía no habían
abandonado el estadio. Pero la realidad fue que el encuentro concluyó sin que
los azules realizasen ningún disparo más entre los tres palos y con los tres
puntos rumbo a tierras cántabras.
Tras el partido toca plantearse
muchas cosas dentro del conjunto azul, como saber si están realmente preparados
los carbayones para medirse a equipos de entidad, o si el primer puesto es un
objetivo asequible o una quimera. Las respuestas se irán obteniendo a medida que
avance el campeonato liguero, pero con la consciencia de saber que los
oviedistas llevan cuatro derrotas en doce partidos.
GRANERO: “LA EXPULSIÓN DE DIEGO
NOS HIZO DAÑO”
El entrenador del Real Oviedo
aseguró en rueda de prensa tras la conclusión del partido que “hasta el minuto
25 de partido no aparecimos; el primer gol nos hizo daño y el segundo nos mató”.
Pero Carlos Granero también mencionó la reacción de sus jugadores tras el
descanso, cuando después de anotar el
primer tanto carbayón “los jugadores del Racing se miraban para ver qué ocurría
y ahí sí que veía un partido totalmente diferente”.
La expulsión de Diego Cervero “nos
hizo daño y desde la tranquilidad del Racing hubo dos goles en un partido
acabado”. El resultado supone “una decepción” para el entrenador azul “porque
teníamos muchas expectativas al enfrentarnos al equipo con el que a priori
vamos a pelear la primera plaza”.
Además, Carlos Granero afirmó que
“hemos estado muy tensos y precipitados con el balón” al contrario que el
rival, ya que se encontró al “Racing que esperábamos, un equipo que ha dado un
golpe mortal en sus dos primeras acciones de peligro, aunque el resultado
hubiera sido distinto si no se hubiera producido la expulsión de Cervero”.
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