El Real Oviedo volvió a entrenar
en su feudo tras más de tres meses
Los jugadores destacan la
importancia de realizar sesiones en el estadio
El Real Oviedo realizó la sesión matinal
de entrenamiento del día de ayer en el estadio Carlos Tartiere. Los azules
trabajaron a puerta cerrada, y Jon Erice realizó la sesión al mismo ritmo que
sus compañeros. Hasta aquí parece una frase normal en cualquier equipo de
fútbol. Lo habitual es que la mayoría de los conjuntos realicen una sesión por
semana en el lugar donde jugarán sus encuentros como locales.
Pero lo extraño es que en el caso
del club ovetense no ha sido así. Al menos desde hace tres meses. Por ello, que
en la jornada de ayer Granero pudiese realizar una sesión en el Tartiere,
constituye toda una novedad. Los azules no se entrenaban en su estadio desde la
pretemporada, concretamente desde el día 15 de agosto, en una sesión a puerta
abierta, y donde tuvieron que respetar determinadas zonas del césped.
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El Real Oviedo pudo ejercitarse en su estadio. Realoviedo.es |
Pero la situación del terreno de
juego mejora. Prueba de ello es que los futbolistas han vuelto a ejercitarse en
el estadio. Los cuidados que está recibiendo el suelo del Tartiere desde el
pasado verano dan sus frutos y en las últimas jornadas, aunque su estado
todavía no es óptimo, el césped ha mejorado.
Los futbolistas son conscientes
de la importancia de utilizar su estadio para entrenar. Esto supone una ventaja
respecto al conjunto rival. El adaptarse al pisar, o el establecer determinadas
marcas posicionales puede ser un aliciente que el club carbayón, hasta el
momento y por circunstancias externas, no estaba aprovechando.
En la rueda de prensa posterior
al entrenamiento, David Fernández reconocía que “es bueno trabajar ciertos
aspectos tácticos en el terreno de juego y se agradece entrenar en el Carlos
Tartiere” a la vez que valoraba positivamente el estado del césped. Otros
jugadores, como Néstor Susaeta, en la entrevista concedida a este medio, se
mostraba sorprendido por no utilizar el estadio durante sus primeros meses en
Oviedo, y llegaba a destacar que “la primera vez que pisé el Tartiere fue ante
el Noja”.
Desde la llegada de Granero al
banquillo azul, se ha repetido la máxima de cuidar el terreno de juego en la
medida de lo posible, evitando los entrenamientos en el estadio si así se
requería. Se rompía así la costumbre del
anterior entrenador de utilizar el estadio una vez por semana,
independientemente de cómo se encontrara el césped. Como la situación parece
que va a mejor, es probable que los azules comiencen a ejercitarse en casa más
a menudo. Eso sí, habrá que tener
cuidado con el invierno.
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